El nuevo Sevilla de Montella también quiere ir de 'tapado' en la Champions

Lukaku, Alexis Sánchez, Pogba y, sobre todo, José Mourinho en el banquillo. Con estos argumentos y algunos más al otro lado del campo, llámese Manchester United, el reto que tiene por delante el Sevilla en octavos de final de la Champions (ida este miércoles a las 20:45, beIN Sports) no es precisamente sencillo. Pero… ¿realmente algún equipo español lo iba a tener fácil en esta ronda a tenor de lo que deparó el sorteo de emparejamientos? No. Lo que significa que el conjunto hispalense puede soñar. Y debe hacerlo, porque el premio que podría ganar no es ninguna tontería: clasificarse por primera vez para los cuartos de final de la máxima competición europea.

La gesta que impidieron en el pasado Fenerbahçe (2008), CSKA de Moscú (2010) y otro equipo inglés, el Leicester (2017), está al alcance. Este Sevilla tiene hambre, como ya demostró al clasificarse para la próxima final de la Copa del Rey. La irregularidad ha desaparecido poco a poco y el sobresaliente no está tan lejos como podría parecer. El gran culpable de cambiar la imagen del equipo, de llevarlo al notable en un año que no parecía prometer demasiado y que se ha ido reconduciendo, tiene nombre y apellidos: Vincenzo Montella.

Desde que sustituyó a Berizzo en la banda, el italiano ha conseguido que el fútbol del Sevilla sólo haya ido a mejor. Con mayor solidez defensiva y un ataque envidiable, ni siquiera las lesiones han frenado la evolución del equipo. Por mucho que los problemas musculares hayan hecho cierta mella entre sus futbolistas. Con mención especial para Banega, ya recuperado de cara al primer partido ante el United. Y gracias, ya que es el auténtico 'cerebro' de la buena racha sevillista.

Tampoco hay que olvidar al mejor exponente del club en la presente Champions: Wissam Ben Yedder. El delantero francés es uno de los máximos goleadores de la competición gracias a los ocho tantos que marcó antes de la llegada de las eliminatorias. Sólo un histórico del Sevilla como Luis Fabiano (10) logró unas cifras ofensivas a estas alturas de año continental en el pasado. De hecho, es muy probable que Ben Yedder supere el número de dianas del curso pasado entre Liga y Europa: fueron 18 y está a un tanto de igualar esa marca.

Sin embargo, el atacante brilló más cuando Berizzo todavía dirigía al equipo. Con Montella, quien ha ganado ascendencia es el colombiano Luis Muriel. También recuperado para el momento más importante de la temporada, ya que faltó en la última jornada de Liga, de nuevo, por problemas físicos. Los mismos que no evitarán que Correa, otro insustituible en los onces del nuevo técnico, sea de la partida en la ida del Sánchez Pizjuán.

Que las bajas den tregua justo ahora es la mejor noticia posible. Los vaivenes, en ese sentido (vuelven Valencia, Ander Herrera y Rashford) y en el deportivo, tampoco han sido ajenos al United en lo que va de curso. Ahora mismo, los Diablos Rojos arrastran dos derrotas en sus últimos cuatro partidos. La Premier se escapa salvo sorpresa y toca aferrarse a la FA Cup y a la Champions. Tras un grupo inicial más o menos cómodo (Basilea, CSKA y Benfica), el Sevilla es el primer escollo serio para un Mourinho que sólo perdió una vez ante los andaluces cuando dirigía al Real Madrid.

Eso sí, a los hispalenses se les da bastante bien vencer a equipos ingleses en su estadio (cinco triunfos, un empate y una derrota). Es un dato al que agarrarse para hacer un buen papel en casa y que la vuelta en Old Trafford genere optimismo (moderado o desmedido). Montella habló de atrevimiento en la previa. Ese espíritu descarado debe guiar a los suyos en pos de hacer historia.

“Quien nos subestime debería ver lo que estamos haciendo en este momento, nuestras actuaciones, el hecho de que ya hemos llegado a una final y todavía estamos en todas las competiciones”. Jesús Navas también expuso muy bien ese coraje tan necesario ante un equipo como el United, tres veces campeón de Europa y dos subcampeón. Nadie mejor que él, buen conocedor del fútbol inglés, para realizar estas declaraciones.

Hay que inspirarse en el espíritu de la Copa: no queda otra. El torneo del K.O. ha sido el mejor bálsamo de confianza para Montella y los suyos. Primero, se superó al Cádiz en octavos. Después, en unos cuartos de aúpa contra el Atlético de Madrid, cayó la sorpresa: esa victoria a domicilio en la ida disputada en el Wanda Metropolitano fue toda una declaración de intenciones. Por último, tocó contener al equipo revelación, el Leganés, en semifinales. Con sufrimiento, pero a la vez convicción.

Es esa solvencia la que debe guiar el timón hispalense en el duelo entre últimos campeones de la Europa League que se afronta ahora. De ello depende estar, al fin, entre los ocho mejores equipos del continente. Y, por qué no, proseguir con el sueño.