El ser humano, a menudo, anula los malos recuerdos y retiene los buenos. ¿Por qué? Naturalmente, porque no quiere atormentarse durante toda su vida con esos días malditos. Es, obviamente, algo natural. De ahí, por ejemplo, que el sustituto de Roger Schmidt en el Leverkusen, Tayfun Korkut, haya hecho lo propio en estos días. Antes de visitar el Calderón, “ese infierno”, según lo ha descrito Rudi Völler, director deportivo del club, el técnico ha evitado hablar de la crisis de su Bayer. Él ha preferido echar mano de dos memorias que se vendieron como imposibles: una propia (el subcampeonato de Liga conseguido por la Real Sociedad en la temporada 2003) y otra ajena (la remontada del Barça del pasado miércoles). Todo lo que sea necesario con tal de alimentar una posible hazaña este miércoles: darle la vuelta al resultado de la ida de los octavos de final de la Champions frente al Atlético (2-4).



Tayfun tiene por delante una gesta magnánima, pero no pierde la fe. Eso nunca. Así se lo enseñaron sus padres, emigrantes turcos llegados a Alemania en virtud de un acuerdo que permitía a la República Federal exportar trabajadores de otros países durante las décadas de los 50 y los 60. Italia, Grecia, España, Marruecos, Corea del Sur, Portugal, Túnez, Yugoslavia y Turquía firmaron ese tratado. Y él, por tanto, nació allí. Concretamente, en un pueblo cerca de Stüttgart, Ostfildern, lugar donde comenzó a jugar al fútbol y desde donde dio el salto al Fenerbahçe.



Durante aquella época, Tayfun también se decantó por tomar como propia la patria de sus padres y formar parte de la selección turca. Sin embargo, tras cinco años en Estambul, puso tierra de por medio. Fichó por la Real Sociedad y estuvo a punto de vivir un ‘Leicester’ a la española. Con Raynald Denoueix como entrenador y jugadores como Xabi Alonso, Nihat o Kovacevic en aquella plantilla, el conjunto txuri urdin estuvo a punto de ganar la Liga. Fue subcampeón, por detrás del Real Madrid, y él contribuyó aquella temporada con un gol en el Vicente Calderón. Precisamente, al 'Mono' Burgos, hoy asistente de Simeone. De Pedro la puso en el segundo palo y él remató un centro para ganar aquel partido (1-2).

Aquel tanto, entre recuerdos y memorias, también lo recuerda estos días Tayfun, que vivió su gran momento en la Real Sociedad y después puso fin a su carrera tras pasar por el Espanyol, el Besiktas y el Gençlerbirligi. Pero, una vez colgadas las botas, no abandonó el fútbol. Guardó en el armario las espinilleras, buscó un traje y corbata a medida, y encontró su hueco como técnico. Aunque, hasta el momento, sin demasiada suerte.



Tayfun comenzó su carrera en los banquillos en los juveniles de la Real Sociedad y siguió ascendiendo: se hizo cargo del equipo sub-17 del Hoffenheim y después entrenó al sub-19 del Stüttgart. Hasta que lo llamaron de Turquía para ser el segundo entrenador de la selección. Pero aquello duró poco, en 2013-14 fue nombrado técnico titular del Hannover y, aunque en sus inicios sorprendió consiguiendo la permanencia, en su segundo año fue destituido tras encadenar 13 derrotas consecutivas. Y lo mismo le ocurriría en el Kaiserlautern, donde no llegó a terminar la temporada.



MARCAR TRES GOLES EN EL CALDERÓN: MISIÓN IMPOSIBLE



Tayfun, que sólo tiene contrato hasta el final de esta campaña, tiene por delante dos retos para mantener su puesto. Uno posible, el de clasificar al Bayer Leverkusen para la Europa League (es décimo en la Bundesliga a cuatro puntos del Eintracht, que cierra los puestos de acceso); y otro casi imposible, la remontada en Champions. Porque esta temporada, tan solo dos equipos han conseguido ganar por dos o más goles en el Vicente Calderón: Las Palmas, en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey (2-3); y el Real Madrid, en Liga (0-3). Y de estos resultados, sólo uno le serviría al Bayer Leverkusen para lograr la clasificación.



Ante esta situación, en el Atlético no están preocupados. Todo lo contrario. Cuentan con una renta inmejorable (2-4), su rival viene de empatar en la Bundesliga frente al Werder Bremen (1-1) y ellos de ganar frente al Granada (0-1) con un tanto de Griezmann. Y, además, se ven con posibilidades de asaltar la tercera plaza, pues el Sevilla, tras sus dos últimos empates (ante Leganés y Alavés) está a tan solo cinco puntos. Los colchoneros, incluso, pueden acudir a otro dato para ser optimistas: esta temporada todavía no han caído derrotados en su estadio en la Champions League. El Atlético, en definitiva, es claro favorito, salvo que el Bayer logre lo imposible.

Tayfun, durante un entrenamiento con el Bayer Leverkusen. EFE

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