El FC Barcelona abrió nuevamente las puertas del Spotify Camp Nou, a más de 2 años de su último juego, en un gesto cargado de simbolismo más que de concreción. Miles de aficionados se reunieron para celebrar lo que el club presentó como “la vuelta a casa”, aunque el escenario dista mucho de estar terminado.
Una reapertura entre ilusión y andamios
De acuerdo con AP, el entrenamiento del primer equipo, el día 7 de noviembre, frente a más de 20,000 personas fue presentado como un reencuentro histórico, pero el entorno dejaba ver una realidad distinta: grúas operando, estructuras metálicas al descubierto y gradas cubiertas por lonas protectoras.
Según la misma agencia, desde la parte alta del estadio, se podían observar huecos abiertos en la tercera gradería y zonas aún sin pavimentar, mientras los operarios continuaban su trabajo a escasos metros de los asistentes.
En la reapertura, solo el anillo inferior y parte del medio del estadio están plenamente habilitados, mientras que la tercera gradería permanece en fase estructural, con barandillas provisionales y pasillos todavía sin revestir. Las fotografías más recientes, del medio Stadium DB, muestran también la falta de la cubierta retráctil, que ni siquiera ha alcanzado su fase de montaje principal.
A esto se suman retratos evidentes del inacabamiento: los accesos perimetrales están delimitados por muros temporales de hormigón, las rutas de evacuación no cuentan aún con señalización definitiva, y el sistema de iluminación LED, prometido como una de las grandes innovaciones del proyecto, funciona solo de forma parcial.
Incluso el césped, según AP, fue instalado de manera acelerada para el evento inaugural, lo que explica su color irregular y la presencia de zonas resembradas.
La reapertura bajo un permiso limitado
En semanas anteriores, el FC Barcelona obtuvo el permiso de ocupación parcial 1A, una autorización que le permite abrir de forma restringida ciertas áreas del estadio y realizar actos controlados como el entrenamiento abierto al público. Este permiso implica que buena parte del recinto continúa bajo obras y sin condiciones para recibir grandes aforos.
El club ya trabaja para obtener el permiso 1B, el siguiente nivel de habilitación, que permitiría ampliar las zonas operativas y dar paso a la celebración de partidos oficiales. Sin embargo, el Ayuntamiento de Barcelona mantiene bajo revisión aspectos relacionados con la seguridad estructural, las salidas de emergencia y la accesibilidad, tres puntos que todavía no cumplen con los estándares exigidos para un recinto de la magnitud del Camp Nou.
Un proyecto que se estira en el tiempo
El Espai Barça, la remodelación integral del Camp Nou y su entorno, fue anunciado como un proyecto de 900 millones de euros que transformaría el estadio en uno de los más modernos de Europa.
Durante la más reciente Asamblea General Ordinaria del club, Elena Fort, vicepresidenta del FC Barcelona, la entrega final se prevé ahora para diciembre de 2027, tras sucesivos retrasos y modificaciones en la financiación.
