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Luis de la Fuente respira profundo. Apenas le quedan tres días para anunciar su última convocatoria del 2025, la penúltima antes de la gran cita: el Mundial de 2026. A pocos meses de que el torneo lleve a España a Estados Unidos, México y Canadá, el seleccionador debe resolver el mayor dilema de su mandato.

No es un problema de escasez de recursos, sino de la típica paradoja del éxito: más de 50 futbolistas batallan por ocupar un sitio en la lista definitiva de 26 hombres que viajarán a Norteamérica. El casting nunca ha sido tan competido, y el tiempo corre en contra.

Este viernes, a las 11:30 horas, De la Fuente hará pública su decisión. La última ventana de selecciones del año, con enfrentamientos ante Georgia y Turquía, será el banco de pruebas definitivo en la Selección. Dos encuentros para cerrar un 2025 frenético que ha deparado sorpresas, regresos emotivos y, sobre todo, muchas incógnitas sobre quién merece viajar al Mundial.

Entre los veteranos que conocen cada rincón del vestuario, las jóvenes promesas que ya huelen la gloria y los 'desconocidos' que llaman con insistencia a la puerta, el puzle que debe armar De la Fuente es de una complejidad nunca vista.

Primer dilema sin resolver

Unai Simón ha sido el muro del que cuelga todo. David Raya, seguro en el Arsenal, y Álex Remiro, consolidado en la Real Sociedad, son opciones de garantía. Pero hay alguien que perturba los planes: Joan García.

El portero del Barcelona, de apenas 24 años, fue el guardameta con más paradas de toda La Liga la temporada pasada en el Espanyol, antes de aterrizar en el club azulgrana. Sin embargo, Joan García —ahora de baja, seguirá sin ir en este parón— sigue aguardando la llamada de De la Fuente para la absoluta, pese a que ya fue parte de la preselección en su día.

Robert Sánchez, del Chelsea, completa un grupo de cinco porteros para apenas tres plazas. La decisión final podría inclinar la balanza hacia la proyección de Joan García o mantener la confianza en los probados.

La juventud aprieta la zaga

Carvajal no estará en la lista del viernes. La noticia cayó como un jarro de agua fría. El capitán merengue se operó hace apenas una semana tras sufrir un nuevo contratiempo en la rodilla que lo persigue. Su baja se extenderá hasta 2026, complicando su presencia en la cita mundialista si siguen los problemas.

Con él fuera, Pedro Porro y Marcos Llorente asumen la responsabilidad en el flanco derecho, aunque el comodín de Eric Garcíaque en el Barça alterna entre la posición de central y la de lateral, y nunca ha ido con la absoluta— abre nuevas posibilidades.

Robin Le Normand y Aymeric Laporte son la dupla de centrales con más crédito en la era De la Fuente, pero la competencia es cada vez más feroz. Aprietan Dean Huijsen y Pau Cubarsí, los niños prodigio en las defensas de Real Madrid y Barcelona, respectivamente. Son el futuro y, cada vez más, el presente.

En segunda línea, Dani Vivian se consolida desde el Athletic. Cristhian Mosquera y Mario Gila, ambos sin debutar, prometen renovación. Incluso Raúl Asencio, al que apenas unos meses en el primer equipo del Madrid le llevaron a saborear la élite con la Selección.

En la banda izquierda, Marc Cucurella y Alejandro Grimaldo han tenido la confianza del seleccionador. Su estatus, sin embargo, se ve amenazado por la brillante irrupción en el Madrid de Álvaro Carreras, sin haber debutado con España, y la progresión de Alejandro Balde, con pasado en la Selección, en el Barça.

Medular sin precedentes

El corazón del equipo late a ritmo de Rodrigo Hernández. El Balón de Oro 2024, que apenas regresa de una lesión que lo alejó un largo tiempo de los terrenos de juego, vuelve con la responsabilidad de ser el eje indiscutible.

Martín Zubimendi, Fabián Ruiz y Pedri completan el cuadro del mejor centro del campo del mundo a nivel de selecciones. Pero tras ellos se abre un abanico que desconcierta: Mikel Merino, Gavi, Fermín López... Hasta Marc Casadó, aunque esta temporada ha visto reducida su presencia bajo las órdenes de Flick.

Aleix García y Álex Baena, ya con el peso en el Atlético de Madrid que tuvo temporadas anteriores en el Villarreal, son piezas también de evidente nivel. Como Pablo Barrios y Oihan Sancet. Isco Alarcón es el enigma de esta temporada: lesionado desde agosto, pero su pasado lo mantiene en el radar.

No se descartan sorpresas. Como el athleticzale Jauregizar, el mejor 'soldado' de Bordalás, Luis Milla; y un Nico González, que es otro candidato que aún no ha debutado con la absoluta pero que parece destinado a hacerlo pronto si sigue ganando peso con Guardiola en el Manchester City.

Presente incierto en ataque

Álvaro Morata, capitán a los 33 años, lleva la carga de ser símbolo de una generación. Sin embargo, su presente deportivo está cargado de dudas y no le da, en el punto actual, ningún tipo de garantías de cara a ir al Mundial.

El peso cae en las bandas. Lamine Yamal y Nico Williams son el espejo en el que quiere mirarse España. El extremo del Barcelona, de apenas 18 años, y su homólogo del Athletic conforman una pareja explosiva que irrumpe sin complejos. Los problemas físicos les han lastrado en el arranque de temporada, si bien la fe sigue siendo máxima en Las Rozas en torno a ellos.

Mikel Oyarzabal, Ferran Torres y Dani Olmo son alternativas más que contrastadas y es de esperar que sigan teniendo roles importantes el año próximo.

Se espera un salto de Samu Aghehowa, la gran esperanza en una posición de '9' muy abierta en estos momentos. El delantero del Oporto suma 9 goles en el inicio del curso. Su perfil, distinto al de Morata, augura nuevas dimensiones tácticas para un equipo necesitado de variantes ofensivas.

De la Fuente está abierto a sorpresas, como se ha ido viendo con las llamadas de Jesús Rodríguez, De Frutos o Borja Iglesias. Así, surgen nuevas alternativas como recuperar a Bryan Zaragoza o dar paso a jugadores que nunca han pisado la Absoluta, como Alberto Moleiro, Borja Mayoral o Hugo Duro.

El viernes, De la Fuente tendrá que elegir. 26 plazas para más de 50 candidatos es una realidad que solo genera perdedores. Renovado hasta 2028 tras sus éxitos en la Eurocopa y la Nations League, el seleccionador tiene crédito de sobra, pero también tiene mucho que demostrar.

Cada decisión pesará, cada ausencia duele, cada sorpresa se cuestionará. Solo el tiempo en Norteamérica dirá si acertó o se equivocó. De momento, a seis meses de la convocatoria definitiva, la incertidumbre reina en la última lista del año del seleccionador.