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Leo Messi protagonizó uno de los momentos más destacados del America Business Forum celebrado en Miami este miércoles, donde compartió su visión sobre el origen de su extraordinario talento futbolístico y sus planes para el futuro.

El evento, que reunió a personalidades de la talla de Donald Trump, Javier Milei y Gianni Infantino, tuvo en el astro argentino a su figura más aclamada.

La jornada adquirió un carácter especial cuando el alcalde de Miami, Francis Suárez, entregó al capitán de la selección argentina la llave de la ciudad, un reconocimiento que subraya el impacto cultural y deportivo del rosarino en la metrópolis estadounidense.

La recepción del público fue apabullante, con una ovación que llevó al propio alcalde a reconocer que ningún otro invitado había generado semejante reacción durante toda la jornada.

En el corazón de su intervención, Messi abordó una pregunta fundamental: si los campeones nacen o se hacen. Su respuesta combinó humildad y convicción espiritual al declarar: "Dios me regaló un don, me eligió a mí".

Sin embargo, el ocho veces ganador del Balón de Oro se apresuró a aclarar que el talento natural representa apenas el punto de partida. Según sus palabras, desde temprana edad fue consciente de esa capacidad especial, pero el camino hacia la cima requirió enormes sacrificios y un esfuerzo constante para perfeccionar ese regalo divino.

El futbolista enfatizó que, aunque muchas personas en el mundo poseen condiciones naturales excepcionales para el deporte, alcanzar el profesionalismo exige sacrificios considerables que no todos están dispuestos a realizar.

Esta filosofía explica, en gran medida, su trayectoria única en el fútbol mundial. Cerró su reflexión con una declaración de agradecimiento: "Soy un agradecido a Dios que me dio lo principal".

Ganar el Mundial

El Mundial de Qatar 2022 ocupó otro espacio destacado en la conversación. Messi intentó describir las sensaciones vividas tras conquistar el título que había perseguido durante toda su carrera, admitiendo la dificultad de expresar con palabras aquella experiencia.

El astro llegó a comparar esas emociones con el nacimiento de sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro: "Por ahí, salvando las distancias, tuve la misma sensación de cuando nacieron mis hijos; una sensación que solo el que logra vivirla puede explicar qué significa. Es tan grande que todo lo que se diga, queda corto".

En otro orden, el jugador del Inter Miami reveló su creciente interés por el mundo empresarial, consciente de que su carrera deportiva tiene fecha de vencimiento. "Siempre me dediqué al 100% a la profesión, pero sé que se viene otra cosa, otro mundo y de a poquito me voy metiendo", confesó.

Ya cuenta con inversiones en diversos negocios, incluyendo su participación en el propio Inter Miami, una cadena hotelera y una marca de bebidas.

Sobre su experiencia en Estados Unidos, Messi expresó su satisfacción por la vida en Miami: "Desde que llegué a Miami fue espectacular. Vivir en esta ciudad es increíble y después el cariño de toda la gente desde el primer día... desde el primer día fue impresionante, así que muy agradecido".

Esta etapa contrasta marcadamente con su paso por París, donde admitió no haberse sentido cómodo ni haber disfrutado plenamente. En la ciudad estadounidense, el capitán argentino ha encontrado un equilibrio que le permite dedicar más tiempo a su familia y acompañar a sus hijos en sus propias actividades deportivas.