Unai Emery atraviesa el peor momento desde que aterrizó en Birmingham el 1 de octubre de 2022. El de Hondarribia llegó con el equipo en puestos de descenso y apenas necesitó de siete meses para meterlo 13 años después en competiciones europeas. Una gesta histórica que fue aún mayor la siguiente temporada cuando consiguió la clasificación a la Champions.
Todo iba a pedir de boca para el entrenador guipuzcoano hasta que, tres años después, han llegado los problemas importantes para su Aston Villa. La gran temporada que registraron los villanos, eliminados en cuartos de final de la Champions por un gol ante el PSG, no pasó desapercibida para los grandes clubes de Europa que aprovecharon para fichar en Villa Park.
Monchi salvó los papeles desde los despachos y Emery desde el área técnica: el Aston Villa consiguió en la última jornada sellar la clasificación a la Europa League tras terminar sexto en la Premier League.
No obstante, si bien la temporada ya empezó torcida a tenor de cómo se ha movido el club en el mercado de fichajes, el transcurso de las semanas ha evidenciado las carencias de un equipo que ocupa la 19ª posición en la clasificación y ha sido eliminado de la EFL Cup a las primeras de cambio.
Unai Emery está pagando las consecuencias de un mercado de fichajes en el que Monchi ha tenido que recurrir a cesiones y la compra de jugadores a coste cero. El Aston Villa estaba condicionado debido a las restricciones de la UEFA al haber excedido la temporada pasada el 80% del límite salarial.
Tras haber gastado únicamente 32 millones y haber perdido a jugadores como Ramsey, Álex Moreno, Asensio, Disasi y Rashford (estos últimos estaban cedidos), la plantilla se ha debilitado de manera considerable.
La Premier League permite pérdidas de 121,3 millones de euros a tres años, pero pueden amortizarse con transacciones como la venta de activos propios o inversiones en cantera y/o equipo femenino. Unas prácticas que la UEFA no acepta para aliviar las cuentas.
Con la sanción, el Aston Villa, además de una multa (en julio pagaron 11 millones de libras por exceder el 80% del límite de gastos en salarios), tiene que seguir un modelo muy restrictivo durante este año, gastando lo que generen exclusivamente en ventas.
Los jugadores del Aston Villa animan a Cash tras fallar un penalti ante el Brentford.
En Birmingham han tenido que seguir las reglas sí o sí. De lo contrario, en tres años podrían enfrentarse a otra sanción de 13 millones de libras, según cita EFE, y a problemas para inscribir jugadores en competiciones UEFA si el balance de gasto en fichajes no ha sido positivo.
"No somos candidatos a estar entre los siete primeros. No tenemos un presupuesto tan grande como otros", apuntó el de Hondarribia la última semana de agosto, con el mercado de fichajes aún abierto.
El equipo, por tanto, se resiente en sus resultados: actualmente son el 19º clasificado, en puestos de descenso, con solo dos puntos tras dos partidos, y una dolorosa eliminación en la Copa de la Liga. De hecho, en el partido copero -quinto oficial de su temporada- apenas marcaron el primer gol del curso, algo impensado años atrás.
Este desequilibrio entre la inversión realizada y el rendimiento obtenido ha generado dudas sobre la dirección del proyecto. El Villa ha gastado cerca de 180 millones de euros desde 2024 en reforzar la plantilla, pero apenas cuatro de los catorce jugadores más utilizados la pasada campaña fueron incorporados en la era Emery, lo que sugiere cierta falta de evolución.
En Birmingham se encomiendan al entrenador vasco, el hombre milagro de los villanos. Si la temporada pasada sufrieron para meterse en la Europa League en esta parece aún más difícil cumplir con el objetivo de seguir jugando competición europea.
Es por ello que el ahorro del Aston Villa le está saliendo caro a un Unai Emery que tendrá que obrar un nuevo milagro para sacar el equipo del pozo.
