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El PSG ha conquistado su primera Supercopa de Europa tras imponerse al Tottenham en la tanda de penaltis (2-2, 4-3). Los londinenses tuvieron la final ganada durante 85 minutos, pero murieron en la orilla ante un equipo que sigue de dulce tras su triplete de la pasada campaña.

El conjunto de Luis Enrique, muy alejado de su nivel, no tiró a puerta hasta pasada la hora de juego. Van de Ven (39') y el Cuti Romero (48') adelantaron a los británicos para hacer justicia a su superioridad, pero una reacción parisina en los últimos minutos mandó el partido a los penaltis.

Kang-in Lee recortó distancias (89') con un gran golpeo y Gonçalo Ramos remató la remontada (90'+4'). En la tanda, el Tottenham falló el tercer y el cuarto lanzamiento, permitiendo a Nuno Mendes convertirse en héroe para los franceses en el golpeo decisivo.

Los jugadores del Tottenham celebran el primer tanto del partido. Tottenham Hotspur

La reacción del PSG impidió al Tottenham conquistar su segundo título europeo en unos pocos meses después de haber roto una sequía de 17 años sin títulos (y 41 de sequía europea) con su victoria en la final de la Europa League ante el Manchester United.

Ahora con Thomas Frank como entrenador y con múltiples cambios en la plantilla, como la salida del coreano Son, el proyecto del Tottenham entra en una nueva dimensión y la sensación tras lo vivido este domingo en Udine es la de oportunidad perdida.

Luis Enrique suma su cuarto título en una carrera por el sextete que solo se empañó con su derrota en la final del nuevo Mundial de Clubes ante el Chelsea, pero que sigue viva si se tiene en cuenta la Supercopa de Francia y la Intercontinental, aún en el horizonte.

El PSG estaba muerto. Desahuciado. En el minuto 84, el 0-2 en el marcador a favor del Tottenham no permitía apenas pensar en la remontada que brindaron los parisinos. Porque no habían generado apenas peligro.

No habían ejercido la superioridad aplastante de otras veces. Hasta que el zurdazo de Kang-in Lee tocó la red. Ahí, los 'Spurs' se hundieron. El PSG se creció. Y Gonçalo Ramos apareció para llevar el duelo a los penaltis en el minuto 94.



No fue este el PSG que se vio en Múnich, aquella máquina perfecta que atropelló al Inter de Milán para levantar su primera 'orejona'. Fue un equipo al que le costó encontrar ritmo.

Sin pretemporada, magullado por la derrota ante el Chelsea en el Mundial de Clubes y sumido en la polémica por la situación de Donnarumma. Demasiado en contra como para brillar en su primer partido tras vacaciones.

Dembelé felicita a Lee por su gol en la final de la Supercopa de Europa. París Saint Germain

Pero la calidad del equipo, la resiliencia y mentalidad de una plantilla ávida de títulos, de hacer historia, pudo con todo. Ya pasó malos momentos la pasada campaña y acabó dominando. Y pasó malos momentos en Údine. Pero acabó prevaleciendo. El 'sextete' sigue vivo en París.



Lo pasó mal con el balón aéreo del Tottenham. Así encajó los dos goles. Primero Van de Ven, en el 39. Después 'Cuti' Romero, en el 48. Este último, con error incluido de Chevalier, que centraba las miradas por el contexto Donnarumma. El Tottenham, durante buena parte del duelo, se sintió con derecho a soñar.



Porque el planteamiento táctico de Thomas Frank, en la noche más importante de su carrera, fue perfecto para aprovecharse de un PSG que llegó al duelo entre algodones, con demasiados frentes abiertos que acabaron pasando factura.

Presión alta, contras fugaces y el balón aéreo como mejor aliado. Y Vicario, que jugó en su Údine natal, apenas tuvo trabajo hasta los compases finales.

El Cuti Romero celebra el segundo gol de los Spurs. Tottenham Hotspur

El Cuti Romero celebra el segundo gol de los Spurs. Tottenham Hotspur

El Tottenham se lo creyó de verdad. Algo atenazado en un inicio. Pero poco a poco más cómodo. Más entero. Con contras más precisas. Así lanzó el primer aviso. Disparo de Richarlison que Chevalier, gran protagonista, salvó con estilo. Su primera gran parada con el PSG en una noche que fue una montaña rusa de emociones.



Brilló también el joven meta francés en el minuto 39 con una parada salvadora que desvió el lanzamiento de Palhinha al larguero. Pero no pudo evitar que el rechace cayera manso a Van de Ven, primer goleador de la noche, culpable de que el Tottenham mandara al descanso.



Fue un golpe muy duro para el PSG, que salió al terreno de juego algo desubicado, sin la confianza que exhibió en esta campaña. Y lo pagó caro. En otra jugada a balón parado. Esta vez, con el 'Cuti' como protagonista ofensivo, rematador de cabeza del centro de Pedro Porro. Y con Chevalier como señalado. El meta erró claramente en el despeje y mermó con las opciones del PSG.



Parecía sentenciado el duelo. El PSG merodeaba el área, aunque sin dar sensación de peligro. Hasta que dos héroes inesperados aparecieron. Kang-in Lee y Gonçalo Ramos. Saltaron desde el banquillo y revolucionaron el duelo.



El surcoreano sacó un zurdazo desde la frontal del área que hizo temblar al Tottenham. Cinco minutos más seis descuento por delante. Y sobre la bocina, en el 94, un centro de Dembélé encontró en Ramos el aliado perfecto. El PSG resucitó.

El Tottenham murió. Los penaltis, que no empezaron bien para los franceses, con el error de Vitinha, acabaron dictando sentencia. El PSG, Supercampeón' de Europa. Luis Enrique volvió a obrar el milagro.

Ficha técnica

2 - PSG: Chevalier; Hakimi, Marquinhos, Pacho, Nuno Mendes; Vitinha, Zaïre-Emery (Kang-In Lee, m.68), Doué (Gonzalo RAmos); Barcola (Mbaye, m.67), Kvartaskhelia (Fabían Ruiz, m.60) y Dembélé.



2 - Tottenham Hotspur: Vicario; Pedro Porro, Romero, Danso, Van de Ven; Bentancur, Palhinha (Gray, m.72), Sarr (Bergvall, m.91); Johnson, Richarlison (Solanke, m.72) y Kudus (Tel, m.79).



Goles: 0-1, m.39: Van de Ven; 0-2, m.48: Romero; 1-2, m.85: Kang-In Lee; 2-2, m.94: Gonzalo Ramos.



Árbitro: João Pinheiro (Portugal). Mostró cartulina amarilla a Barcola (m.56), Pacho (m.58), Dembele (m.90) por parte del PSG; y a Richarlison (m.53), Danso (m.62) por parte del Tottenham.



Incidencias: encuentro correspondiente a la final de la Supercopa de Europa 2025, disputado en el Bluenergy Stadium de Údine (norte Italia).