"Brillante trabajo realizado, con valores y profesionalidad. Gracias a tod@s por poderlo disfrutar". Con esas palabras celebraba este jueves Montse Tomé el regreso de España al trono mundial. La Selección vuelve a estar en el primer puesto del ranking FIFA tras ser finalista en la Eurocopa.
Una buena noticia que contrasta con otra menos buena: su ausencia entre los cinco nominados al premio para el mejor entrenador de la temporada en equipos femeninos. Entretanto, el nombre de Montse Tomé sigue sobre la mesa de la RFEF.
Quedan 23 días para que acabe su contrato. Lo hará exactamente el 31 de agosto. Ser subcampeonas de Europa no le ha valido a Tomé para amarrar su continuidad y cada día que pasa sin recibir noticias ve más lejana su continuidad.
Quedan apenas tres semanas para que expire el vinculo contractual de la seleccionadora. La RFEF mantiene silencio absoluto, sin filtrar ninguna pista ni guiño sobre la renovación. Esta ausencia de novedades alimenta las especulaciones y genera incertidumbre entre las futbolistas y el entorno federativo.
La euforia por el retorno al número uno del ranking FIFA contrasta con el mutismo de la cúpula. A pesar del ascenso de España a la cima mundial, el silencio institucional no ha dejado espacio para celebraciones ni agradecimientos públicos.
En el seno de la Federación se debaten dos posturas contrapuestas: una que defiende la continuidad de Tomé y otra que apuesta por un relevo completo. Entre quienes defienden lo logrado y quienes buscan un cambio radical, el futuro de la dirección técnica pende de un hilo.
Bermúdez, la alternativa
La opción más firme para reemplazar a la actual seleccionadora es Sonia Bermúdez, una apuesta interna que conoce la cantera y el funcionamiento del equipo Sub23. Su perfil gusta por la cercanía con las jugadoras y por haber formado parte del proyecto femenino durante años.
No obstante, la Federación aún duda. Ningún perfil externo convence del todo, y tirar de recursos propios parece la alternativa más segura. De no prosperar otras candidaturas, Bermúdez se perfilaría como heredera natural del banquillo nacional en septiembre.
Sonia Bermúdez
Hace menos de dos semanas la selección femenina disputó la final de la Eurocopa en Basilea. La derrota en la tanda de penaltis ante Inglaterra abrió un nuevo supuesto en el futuro de la entrenadora, y disparó las quinielas sobre su posible relevo.
Aunque haber metido a España en una final histórica y romper la maldición alemana parecía suficiente aval, nada garantiza la permanencia de Tomé. Las miradas se tornan críticas tras la caída en la gran cita continental, y las voces piden evaluar otros perfiles.
La conquista de la Nations League en 2023 y el subcampeonato europeo de julio componen un palmarés sobresaliente. Sin embargo, el éxito deportivo no ha logrado frenar las dudas internas que amenazan con dinamitar la continuidad.
La urgencia del calendario aprieta: en dos meses arranca la Final Four de la Nations League. Suecia espera en semifinales con doble enfrentamiento los días 24 y 28 de octubre. La seleccionadora, quienquiera que sea, deberá tener un plan claro ya diseñado para entonces.
El presidente Rafael Louzán reconoció tras la final de la Eurocopa que el tema se abordaría con calma una vez de regreso en España. Aquella promesa de debate pausado se traduce ahora en un prolongado mutismo que extiende la agonía de la toma de decisiones.
Las reuniones en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas han puesto sobre la mesa pros y contras de cada escenario. A pesar de valorar la gestión de vestuario y las buenas relaciones con las veteranas, persiste la opción de un giro radical en el banquillo.
El 'caso Tomé' entra en su recta final. La que es todavía la seleccionadora ve incomprensible la demora en dar un veredicto. La inquietud crece tanto dentro como fuera del vestuario, con jugadoras que demandan certezas para planificar el próximo ciclo.
La nueva dinámica de la federación prioriza renovar tras la celebración de cada gran torneo, no antes. Bajo esta premisa, la decisión sobre Tomé debía esperar a evaluar los resultados de la Eurocopa, aunque ello suponga posponer el anuncio hasta el último momento.
Montse Tomé, tras la derrota en la final de la Eurocopa
En este proceso intervienen nombres como Reyes Bellver, directora de Fútbol Femenino desde febrero, y María Pry, coordinadora deportiva. Ambas han de consensuar la decisión junto a Louzán, buscando un acuerdo que refuerce la profesionalización de la sección.
La filosofía implantada con Luis de la Fuente en la absoluta masculina ejemplifica el nuevo rumbo: decisiones basadas en méritos deportivos y análisis riguroso. Aplicar ese criterio al banquillo femenino parece justo, pero ralentiza el desenlace.
Mientras tanto, Tomé elude en sus redes sociales al retorno de España al primer puesto del ranking mundial, sin poder hablar de su propio futuro. La pelota está en el tejado federativo.
Con la fecha límite del 31 de agosto asomando, el tiempo se escapa. Sea con confirmación de continuidad o con la llegada de un nuevo proyecto, la RFEF debe anunciar su decisión sin dilaciones. El reloj corre y el equipo necesita certezas para afrontar nuevos retos.
