FC Barcelona ha vuelto a revolucionar su imagen con una camiseta que combina innovación y homenaje a la tradición.
Las franjas blaugrana ahora se tiñen de púrpura en diagonales con efecto degradado, buscando reflejar el dinamismo que caracteriza el estilo del equipo.
La campaña 'Definimos el mañana' ha servido como plataforma de presentación, impulsada por nombres como Lewandowski, Pedri o el joven fenómeno Lamine Yamal.
Sin embargo, entre los nuevos detalles y las líneas renovadas, hay un elemento que no ha cambiado desde hace siete temporadas y que sigue pasando desapercibido para muchos: la tipografía del dorsal y el nombre.
Desde la temporada 2019/20, cuando Lionel Messi aún lideraba al Barça sobre el campo, el club ha mantenido el mismo diseño tipográfico en los dorsales de su camiseta oficial.
Evolución de la camiseta del Barça sin cambios en la tipografía
En un mundo donde los grandes clubes rediseñan sus equipaciones casi cada año y cambian la tipografía cada dos o tres como máximo, el Barça se ha convertido en una excepción.
El equipo catalán repetirá por séptima vez el uso de esta fuente, una decisión que no solo resulta poco común, sino que refuerza una identidad visual continuista y reconocible.
Evolución, sin cambios
En la nueva camiseta, el diseño apuesta por una estética moderna con franjas dinámicas, tonos púrpuras cruzando en diagonal y detalles como la inscripción "FC Barcelona" en el interior del cuello.
En la parte trasera, justo bajo la nuca, se unen la bandera del Barça con la senyera, mientras que los pantalones incorporan nuevas líneas verticales y horizontales. El logo de Spotify y el de UNHCR/ACNUR mantienen su lugar en la parte frontal y trasera respectivamente.
Y en medio de todos esos cambios que saltan a la vista, el dorsal con su tipografía se mantiene. Un detalle que ha estado presente en los años del adiós de Messi, del surgimiento de Ansu Fati, de la consolidación de Pedri y Gavi, y ahora, del boom de Lamine Yamal.
Ese número 10 que tantos quieren ver oficializado a su espalda luce, desde hace años, la misma forma curva, sobria y ancha que estrenó cuando aún no había pandemia ni se jugaban partidos sin público.
En la élite del fútbol europeo, lo habitual es cambiar la fuente tipográfica cada cierto tiempo como parte de una estrategia de marketing.
Refrescar el diseño permite impulsar las ventas, actualizar la estética y alinearla con los nuevos uniformes. Sin embargo, el Barça ha optado por reforzar su marca con una continuidad estética que ya es reconocible incluso a distancia.
Esa apuesta por la estabilidad visual crea un vínculo entre generaciones de jugadores y camisetas. La misma letra que llevó Messi en su última etapa será la que, casi con total seguridad, lucirá Lamine Yamal al asumir su icónico dorsal.
El joven delantero ya ha generado un terremoto en ventas con su número 10, incluso antes de que sea oficial. Las colas en la tienda oficial han sido interminables, con camisetas agotadas y versiones "match" que superan los 160 euros si se incluye el logo de la Champions.