El pasado mes de septiembre saltaron todas las alarmas en el Fútbol Club Barcelona. En aquel partido de la jornada 6 de La Liga ante el Villarreal la desgracia se cebó con Ter Stegen. El guardameta titular cayó lesionado. Se rompió el tendón rotuliano de la rodilla derecha y casi se despidió de la temporada.
El Barça, que como cada verano había tenido que recurrir a las famosas palancas para fichar, tenía de repente una nueva obligación de lanzarse al mercado. Encontró la opción de Szczesny, un portero veterano, curtido en mil batallas pero prácticamente retirado, decían algunos.
Con 34 años y a punto de sumar uno más este mismo mes, el polaco estaba sin equipo después de salir de la Juventus. Sin ritmo de competición, llegó a uno de los clubes más exigentes del mundo.
Fue claramente superado por Iñaki Peña en sus primeros meses como jugador culé, y nada hacía presagiar la realidad que vive ahora. Szczesny es uno de los líderes de este Barça ganador en la portería y una pieza ya absolutamente indiscutible para Hansi Flick.
Amigo de la meditación antes de los partidos, llegó a la titularidad casi de rebote y ahora mira de reojo el próximo regreso de Ter Stegen en este tramo final de curso. Eso sí, no será fácil sacarle de la titularidad viendo el buen rendimiento que está ofreciendo y la confianza que aporta a la defensa.
Titular cuando menos lo esperaba
Wojciech Szczesny firmó por el FC Barcelona el pasado 2 de octubre para suplir la baja de larga duración de Ter Stegen. Pasó tres meses en blanco, sentado en el banquillo sin participar, así que los rumores de que el polaco había firmado por el Barça para vivir un último retiro cómodo se acrecentaron.
Hansi Flick le dio la alternativa el día más fácil de todos. En Copa del Rey, en el partido ante el Barbastro, el guardameta debutó con su nueva camiseta en un encuentro plácido que no aventuraba lo que estaba a punto de suceder.
Szczesny hace una parada en el partido de Champions ante el Dortmund.
Iñaki Peña era el guardián hasta ese momento de la portería del FC Barcelona. El hombre de confianza de Hansi Flick, pero el técnico alemán había instalado en el vestuario un serio código de disciplina que el canterano se saltó. Un error que le ha castigado hasta hoy y que seguro que sigue lamentando.
El cambio de guion se vivió en la Supercopa de España. Peña llegó unos minutos tarde a la sesión de activación previa a la semifinal ante el Athletic Club, y aquello no lo perdonó Flick. Le mandó al banquillo y le dio la alternativa por primera vez en un partido importante a Szczesny.
La jugada le salió bien. El polaco brilló en la semifinal y el Barcelona consiguió el pase a la final con buenas intervenciones del portero. Se instaló el debate en ese momento de quién tendría que ser el guardameta titular del Barça.
Flick se reafirmó en su postura y volvió a apostar por Szczesny en la final ante el Real Madrid. De nuevo con gran resultado, porque los culés levantaron el título con 'Tek', como le llaman en el vestuario, defendiendo la portería.
Amigo de la meditación
Szczesny cogió la titularidad de la portería del Barcelona en la Supercopa de España para no soltarla hasta el día de hoy. Aunque alternó algunas buenas actuaciones con otras más discretas, el equipo siempre fue sacando adelante los partidos y Flick siguió decantándose por el mismo portero una y otra vez.
Todo ello mientras Iñaki Peña, que parecía que iba a ser el sustituto perfecto de Ter Stegen y que no había cometido errores en el césped, miraba desde el banquillo. Otra vez suplente.
Szczesny hace una estirada para detener un lanzamiento.
Szczesny se ha ganado el respeto de sus compañeros con el paso del tiempo y se ha convertido en una de las piezas clave de este buen rendimiento que está dando el Fútbol Club Barcelona. Los blaugranas no son sólo sinónimo de espectáculo a nivel ofensivo, sino que también rinden a la perfección cuando se trata de defender.
Una de las características que más ha llamado la atención del portero del Barça es su relación con la meditación. El polaco desveló recientemente que antes de los partidos se pone a meditar para abstraerse de todo y concentrarse.
"Me ayuda porque puedo desconectar del ruido y estar en mi cabeza. No necesito el silencio para meditar y a veces lo hago en el autobús de camino al partido. Muchos no tienen el valor para preguntarme qué estoy haciendo", dijo recientemente el arquero.
Con meditación o sin ella, Ter Stegen se ha convertido en uno de los líderes de este Barcelona que va camino del título de La Liga, que tiene pie y medio en las semifinales de la Champions League y que peleará en la final por hacerse con la Copa del Rey.