Llegó en el momento más inesperado, con el recuerdo de lo ocurrido hace apenas unas semanas en la Copa de la Reina, pero el Real Madrid femenino acabó por fin con su maleficio y logró una victoria ante el Barça. La primera de su historia, y a domicilio, como más duele.
Un partido redondo de las chicas de Alberto Toril. Es lo mínimo que necesitas para intentar meter mano al mejor equipo del mundo. De forma agónica, con dos goles en el tramo final, y dejando una sensación única dentro de un grupo que había sufrido lo indecible.
Así quedó palpado tras el pitido final con la reacción de las jugadoras o las palabras de Toril en rueda de prensa. Sin duda, pocas personas habrá más felices en el mundo estos días que el técnico madridista.