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El Atlético pudo morder en el Santiago Bernabéu, pero ganó el Real Madrid (2-1). Los octavos de la Champions League se decidirán en el Metropolitano, con los blancos disfrutando de una ligera ventaja. Los culpables no fueron ni Kylian Mbappé ni Vinicius, las 'megaestrellas' del equipo, sino dos de sus actores secundarios: Brahim Díaz y Rodrygo.

Quienes marcaron las diferencias no fueron los esperados sino dos futbolistas que suelen estar a su sombra. Primero castigó Rodrygo, que en el minuto 4 quitó las telarañas de la portería de Jan Oblak, y después lo hizo Brahim, con un gol a lo Messi —de auténtico '10'— para firmar el desempate. Antes había marcado otro golazo Julián Álvarez, que también opacó a la figura de Antoine Griezmann.

Brahim y Rodrygo emergieron para ocupar el vacío que dejaron, en el juego, Mbappé y Vinicius. Especialmente preocupó la imagen del francés —un único tiro a puerta y siete pérdidas—, que en el descuento arruinó una jugada que parecía que acabaría en gol de Vini. Lo positivo para Carlo Ancelotti, además del buen rendimiento de sus otros dos delanteros, es que es casi imposible que sus estrellas lo hagan peor en el Metropolitano.

En la disposición, tanto Ancelotti como Simeone apostaron por un 4-4-2, si bien la variante en el equipo blanco es que Vinicius realmente fue el jugador de ataque más abierto. En el lado rojiblanco, Griezmann se incrustó en el centro del campo por detrás de Julián.

El Atleti tuvo buenos momentos con el balón —sobre todo al final del primer tiempo— y la posesión estuvo disputada. Las llegadas al último tercio fueron idénticas en ambos lados (56), pero el Madrid tuvo más decisión para pisar área rival (23 a 15). En consecuencia, sus disparos fueron más en número (13 a 6; 7 a 2 sólo a puerta).

El planteamiento de ambos equipos se notó que estaba supeditado a llegar vivos a la vuelta, como prioridad, y no hubo casi momentos de descontrol. Sólo el Madrid se volcó sobre el área rival en los primeros quince minutos —cuando llegó el gol de Rodrygo y hubo un posible penalti también sobre él—

En la segunda parte, tras el 2-1, el juego recayó en campo del equipo colchonero con un Simeone desde la banda que centró la atención en no salir del Bernabéu con un resultado más desfavorable aún —un ejemplo: quitó a Griezmann por Le Normand—. Sobre el Atleti, sus mejores minutos —luego del gol de Julián— no se vieron reflejados en su iniciativa ofensiva, lo que denota lo comedido que actuó siempre el equipo del Cholo.

Mbappé, durante el Real Madrid - Atlético de Champions League EFE

Al final, tal y como ya se avisó en la previa, fue un partido que se resolvió por detalles. La calidad individual terminó siendo diferencial, como se vio en los tres goles, aunque se echó en falta más de los teóricos pesos pesados —Mbappé, Vinicius y Griezmann—.

Para la vuelta regresará Jude Bellingham, un problema más para Simeone —por el terreno que ocupa y facilitar el trabajo a Mbappé y Vini— y también para un Ancelotti que deberá decidir a quién quita. Probablemente a Brahim, aunque su partido de este martes fuera su confirmación como nuevo ídolo del Bernabéu.

Brahim es un tesoro para el Madrid. A sus 25 años, esta en el mejor momento de su carrera, con un fútbol cada vez más maduro y esa esencia 'de calle' que no debe perder jamás. Lo más parecido que ha tenido el club blanco a Messi —salvando las lógicas distancias— desde que se sabe la existencia del astro argentino.

Su calidad la acompaña con una ejemplarizante cultura del trabajo (ganó seis duelos) y unos notables números en la circulación del balón (53 pases intentados, 94.3% de acierto).

En cuanto a Rodrygo, una noche más hizo justicia a su apodo de 'Mr. Champions'. El brasileño nunca desentona cuando juega en Europa, aunque es justo decir que va camino de firmar su mejor temporada en el Real Madrid: lleva 13 goles y ocho asistencias.

En una semana llega el siguiente y definitivo asalto del 'Euroderbi'. El Atlético deberá encontrar en el apoyo de su gente el impulso que le faltó en el Bernabéu para facturar más cuando mejor estuvo. El Madrid, con la suma de Bellingham y sin la falta de Valverde —que hace partidazos hasta lesionado—, espera un salto de Mbappé y Vinicius. Por si acaso, Brahim y Rodrygo marcan el camino.