Joaquín Ramos Marcos, exárbitro español, falleció este fin de semana a los 78 años, según informó El Chiringuito de Jugones en su programa de este domingo. Su muerte ha generado un profundo pesar en el mundo del fútbol, donde fue una figura respetada tanto en los terrenos de juego como en los medios de comunicación.
Nacido en Salamanca en 1946, Ramos Marcos inició su carrera arbitral tras una lesión que lo alejó del fútbol como jugador. Después de cuatro años alternando entre Segunda y Segunda B, debutó en Primera División en la temporada 1979/80. Fue el inicio de una trayectoria destacada que abarcó 14 temporadas, durante las cuales arbitró 151 partidos en la máxima categoría del fútbol español.
Prueba de su excelencia es haber ganado en dos ocasiones el Trofeo Guruceta (1988/89 y 1989/90), otorgado por el diario MARCA al mejor árbitro del país. Además, dirigió tres finales de la Copa del Rey (1986/87, 1987/88 y 1990/91) y estuvo presente en partidos internacionales, incluyendo cinco encuentros de la Copa de la UEFA y uno en la Copa de Europa. Su carrera arbitral culminó en la temporada 1992/93, con un Real Sociedad-Sevilla en el histórico estadio de Atotxa como su último partido.
Tras colgar el silbato, Joaquín Ramos Marcos continuó ligado al fútbol, esta vez a través de los medios de comunicación. Su papel como analista arbitral lo llevó a programas icónicos como El Día Después y El Tercer Tiempo en Canal+, donde fue pionero al acercar el mundo del arbitraje a los espectadores.
También participó en Carrusel Deportivo de la Cadena SER y, más tarde, se unió a Josep Pedrerol en espacios como Punto Pelota y El Chiringuito. En estas retransmisiones, Ramos Marcos explicaba jugadas polémicas con claridad y conocimiento, ganándose el aprecio del público.