La justicia argentina ha imputado a una octava persona por la muerte de Diego Armando Maradona el pasado 25 de noviembre de 2020. El astro argentino, que perdió la vida por una parada cardiorrespiratoria, pudo haber vivido sus últimos días sin la atención médica necesaria. Por ello, ya se ha imputado al médico clínico Pedro Di Spagna, a quien se le vinculan apenas dos visitas al exjugador cuando debía ser el encargado de cuidarle.

Pedro Di Spagna, según apuntan los fiscales, era el encargado de cuidarle en su internamiento domiciliario durante los días previos a su muerte. Sin embargo, y tal y como recoge Efe de fuentes judiciales, se sospecha que únicamente acudió en dos ocasiones para tratar a Diego Armando Maradona. Así, se confirmaría el escaso trato médico que recibió el mítico jugador cuando se encontraba en su casa de Tigre.

El médico imputado deberá acudir a comparecer el próximo 20 de diciembre. Por ello, los fiscales ya han solicitado al juez que lleva el caso que impida la salida de Di Spagna del país ante un posible riesgo de fuga. Di Spagna, como el resto de imputados, se enfrenta a un posible delito de "homicidio simple con dolo" por no haber tratado correctamente al paciente Diego Armando Maradona.

La imputación de Di Spagna, un nombre del que apenas se había hablado en todo este tiempo, se produce algo más de un año después de la muerte del astro argentino. Además, el médico se suma a los otros siete imputados y que formaban parte del equipo que cuidaba del exjugador de 60 años. Carlos Díaz (psicólogo), Nancy Forlini (médica), Mariano Perroni (coordinador de enfermeros) y Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid, ambos de grupo de enfermeros, son otros de los imputados en la causa.

Sin embargo, los dos nombres más populares de esta ahora lista de ocho imputados son los de Leopoldo Luque y Agustina Cosachov. El primero de ellos era una de las personas más cercanas a Diego Armando Maradona. Uno más de su círculo de amistades, tal y como refleja su vinculación con Matías Morla, abogado y representante de Maradona. Luque era su médico personal y quien debía cuidar por encima del resto del exjugador. Cosachov, por su parte, era la psiquiatra.

Una investigación sin avances

Más de un año después, la muerte de Diego Armando Maradona continúa repleta de incógnitas y sin saber si el equipo médico encargado de sus cuidados cumplió con los requisitos mínimos del exjugador y que acabaron produciéndole esa parada cardiorrespiratoria.

La familia de Maradona, representada por sus hijos y herederos universales, señaló desde un primer momento el mal trato que temían estaba sufriendo su padre. Sin embargo, Matías Morla, íntimo de Maradona, defendió la labor de Leopoldo Luque antes de su imputación y culpó a dos de las hijas, Giannina y Dalma, de no haberse interesado por su padre lo suficiente. 

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