El Real Madrid venció al Barça en el primer Clásico de la temporada. Un partido que terminó con un resultado ajustado, pero que no hacía justicia visto lo visto en el terreno de juego. En el Camp Nou se jugó a lo que los blancos quisieron, ya que el equipo de Carlo Ancelotti marcó los tiempos del partido en todo momento. 

Durante los mejores minutos del Barça, con el equipo de Koeman presionando arriba e intentando crear ataques rápidos cerca del área de Thibaut Courtois, el Real Madrid pasaba a un juego mucho más directo, con balones precisos de Alaba y Militao hacia Vinicius y Rodrygo para evadir el problema. 

Con eso, el Real Madrid ganaba aire y espacio. El Barça empezó a temer las arrancadas de los brasileños por los dos costados y tuvo que replegarse, momento en el que aparecieron Modric y Kroos para empezar a mandar en el partido y hacer jugar a los suyos. Segundo plan que le salía a Ancelotti y nueva demostración de autoridad del Real Madrid. 

Ancelotti durante El Clásico entre FC Barcelona y Real Madrid EFE

Los blancos jugaron en el Camp Nou y galoparon en busca del gol. Una mezcla de estilos tan vistosa como eficaz que les permitió anotar dos goles, pudieron ser más, para llevarse el partido. Solo sufrieron un par de deslices en defensa, uno de ellos el gol del 'Kun', pero que no fueron suficientes para dar vida a un Barça que de no ser por un resbalón de Alaba, se habría ido de vacío del choque. 

Siguiendo este recital estaba en la grada un personaje muy especial en la actualidad del fútbol español. Se trata de Luis Enrique, seleccionador nacional y que tiene declarada la guerra al Real Madrid. En sus últimas convocatorias no ha llamado a ningún jugador blanco y ahora, el equipo más laureado del mundo le demuestra su verdadera jerarquía en un gran partido y ante el equipo sobre el que cimenta la Selección de los Busquets, Jordi Alba, Gavi y compañía. 

La 'sobreexcitación' con Gavi

Es uno de los últimos grandes nombres que ha tenido a su alrededor el seleccionador. Tocado por la sombra de su relación con su agente, Iván de la Peña, el centrocampista de 17 años naufragó en un partido de altura. Se le comparó en la previa con Toni Kroos y el mariscal alemán le demostró al joven canterano que es un gran talento que todavía está por hacer. 

Luis Enrique, ni corto ni perezoso, le dio a Gavi ante Italia y Francia la batuta del equipo, pero El Clásico evidenció que ha habido demasiada prisa por hacerle un número 1, el nuevo Xavi o el nuevo Iniesta. Gavi, que ha demostrado valía y madurez a pesar de su juventud, debe ocupar el lugar que el tiempo le tiene asignado, el de un buen revulsivo o un buen complemento para un equipo, y no el de líder del centro del campo. En cierto modo, el partido le vio grande. 

Gavi persigue a Kroos en El Clásico Europa Press

Su imagen con España fue aceptable teniendo en cuenta el escenario, pero correr demasiado con jugadores como él es fruto de la sobreexcitación que se está llevando a cabo con los jóvenes talentos del Barça. A falta de dinero y cracks, urge sacar nuevos productos de La Masía y Gavi está siendo una víctima de eso. Habrá que ver si cuando Busquets, De Jong y Pedri estén al 100%, Koeman le seguirá eligiendo en su once. 

Luis Enrique comprobó in situ como ante un centro del campo que ha marcado una época en Europa, el Casemiro, Kroos y Modric, Gavi fue un jugador casi invisible y sin peso en el partido, incapaz de hacer suyo el control y marcar los tiempos el Barça. Una actuación gris dentro de un equipo sin alma y sin fútbol. Gavi, aunque sea bueno, merece y necesita calma para no descarrilar antes de tiempo su viaje al éxito. Más si cabe cuando nombres como Trigueros, Canales, Fabián o Parejo también esperan su momento. 

Lucas Vázquez pide paso

El Real Madrid, al igual que el Barça, llegó con dudas a El Clásico. Una de las más sensibles estaba en el lateral derecho en el que los blancos están descubriendo un agujero. Sin Carvajal, a ratos Nacho y a ratos Lucas Vázquez están intentando solventar la papeleta. A pesar de su notable éxito, Luis Enrique todavía no ha confiado en ellos. 

En El Clásico, por sorpresa para algunos, Carlo Ancelotti apostó por Lucas y el extremo reconvertido a lateral respondió con creces. Galones y goles para el de Curtis, que terminó siendo uno de los artífices directos al triunfo. Sin su tanto, dos puntos podrían haber volado tras la diana del 'Kun' Agüero. Pero Lucas se dejó el alma para empujar el gran tiro de Asensio. Un gol de corazón, algo que muchos han demandando en la Selección durante sus peores momentos. 

Lucas Vázquez celebra su gol al FC Barcelona frente a una cámara de televisión REUTERS

Tal fue su pundonor en El Clásico que en el primer gol, el de Alaba, quien llegaba en segunda línea para pelear otro posible rechace junto a los Vinicius, Benzema o Rodrygo, era el propio Lucas, que había quemado el carril diestro tirando de fe. Sin embargo, Lucas no solo se dejó ver en ataque en forma de derroche físico, sino que también demostró una corrección defensiva digna de encomio. 

Le tocó bailar con las dos más feas y estuvo serio y solvente. Primero se las vio con Memphis, quien solo consiguió desbordarle una primera vez. Lucas le paró con falta y le miró, retándole, como diciéndole que esa iba a ser la única. Y lo fue, nunca más se le volvió a ir ni le volvió a pillar fuera de sitio. Tanto es así que Koeman metió al holandés en medio y puso a Ansu Fati por aquel costado. Y a la estrella del Barça tampoco se le vio. Lucas pide sitio en el equipo de Luis Enrique con un Clásico de altura. 

Asensio, el revulsivo

España ha pecado en algunos partidos de cierto inmovilismo, especialmente en la pasada Eurocopa. Cuando un plan, por bueno o malo que resulte, no gana partidos, es necesario mirar hacia el banquillo y encontrar soluciones. Y ahí siempre ha podido ser una alternativa de altura Marco Asensio, pero Luis Enrique no lo ha considerado oportuno. 

El mallorquín sí fue llamado por Luis de la Fuente para ser pieza fundamental del equipo en los Juegos Olímpicos y junto a jugadores como Rafa Mir llevó a la Selección hasta la medalla de plata y rozar el oro. Y con el Real Madrid, a pesar de tener pocas apariciones, Marco está demostrando que puede ser un jugador muy válido para completar el equipo. 

Marco Asensio mira su disparo en el segundo gol de El Clásico Europa Press

Su mejor aparición del curso fue un hat-trick y un partido espectacular contra el Mallorca para poner en pie al Santiago Bernabéu en su vuelta. Asensio suplió a Vinicius en el minuto 87, una situación en la que podía haber cubierto el expediente casi sin tocar la pelota. Pero Marco está con hambre y así se lo demostró a los dos entrenadores que estaban viéndole en el Camp Nou, tanto a Ancelotti como a Luis Enrique. 

En una arrancada marca de la casa, Marco se lanzó como alma que lleva el diablo hacia la portería de Marc André Ter Stegen. En lugar de aguantar la bola para que pasara el tiempo, Asensio quería dejar su impronta y lo hizo con una cabalgada de impacto. Arrancó en el centro del campo y se plantó en el área rival hasta golpear seco y duro desde un costado. El meta alemán hizo una estirada sideral, pero ahí apareció Lucas para poner premio al esfuerzo de Marco. Un jugador que en solo unos minutos es capaz de ser decisivo en un Clásico bien puede tener hueco en España

Las debilidades de Eric

Otro de los jugadores que quedó señalado en El Clásico fue Eric García, y eso que Benzema no tuvo uno de sus mejores días tras rendir en los últimos meses como uno de los mejores del mundo. El central del Barça, titular para Luis Enrique en la Selección, se mostró vulnerable a las arrancadas de Vinicius e incapaz de parar los movimientos entre líneas del galo. 

No explotó la que dicen que es una de sus mejores virtudes, la salida de balón, ya que el Barça renunció por completo a salir jugando de manera clara y limpia desde sus centrales. Sus mejores minutos y sus mayores momentos de peligro llegaron cuando robaban balones en campo rival y llegaban al área del Madrid por acumulación. 

Vinicius ganando la línea de fondo ante el Barça EFE

Eric, a pesar de su buen trato de balón y de su limpieza, es raro verle cometer una falta, sigue mostrando partido tras partido que le queda mucho para ser central y capitán general de un gran equipo. No es contundente en el juego por arriba y a pesar de su velocidad sufre defendiendo con muchos metros a la espalda cuando le encara un jugador como Vinicius. Tuvo que hacer más de una ayuda a Mingueza en la primera parte y ahí, como su compañero, quedó en evidencia. Y eso, para un fijo de 'Lucho' es mucho decir. Pero tampoco es nada nuevo que no se haya visto ya en el exjugador del City. Para colmo, Lucas Vázquez le robó la cartera en el decisivo 0-2 que condenó las tímidas esperanzas de remontada del Barça. 

Las prisas con Ansu

Al igual que sucedió con Gavi, El Clásico del FC Barcelona dejó en evidencia que no se puede tener prisa con los jóvenes talentos. El Real Madrid lo ha vivido con Vinicius, quien está explotando ahora después de unas temporadas de altibajos, de luces y sombras. Pero ahora 'Vini' aparece y decide domingo y miércoles. 

Muchos le piden a Ansu Fati que haga lo mismo como si no hubiera estado 11 meses fuera de los terrenos de juego. Cierto es que, en sus dos primeras apariciones, el canterano facturó dos buenos goles, pero dichos tantos deberían haber sido celebrados como un milagro y no como el trabajo medio que el extremo debe hacer en cada partido. 

El partido de Fati, sobre todo comparado con el de Vinicius, fue realmente decepcionante. No porque no le salieran las cosas, sino porque directamente no se le vio. Su cuota de protagonismo fue muy reducida y se limitó a estrellar un balón en el cuerpo de Alaba que podría haber sido el 1-0. Después de ahí, ni un regate, ni un tiro, ni pase. De hecho, tuvo incluso que retirarse tocado tras un golpe en la rodilla que hizo saltar las alarmas. 

Ansu Fati se lamenta tras una ocasión fallada REUTERS

A Luis Enrique ya se le preguntó sobre si Ansu podría haber sido convocado en los partidos de octubre y el seleccionador reconoció que se lo pensó, pero que consideraba que era pronto. En la próxima convocatoria, la del mes de noviembre, seguramente esté presente en la lista, pero sería un error cargarle con la responsabilidad de sostener a la Selección como lo está siendo cargarle el muerto de ser la salvación del Barça. Estas pesadas cargas solo harán que retrasar su explosión, esa que se vio interrumpida por una grave lesión que le ha tenido fuera casi un año. Demasiadas prisas con Ansu ante las que Luis Enrique debería haber tomado nota. 

El respeto del Madrid

En definitivas cuentas, El Clásico puso de manifiesto que el Real Madrid es un equipo de grandes plazas, de días importantes, de citas claves. Luis Enrique no solo ha prescindido de nombres, sino también de esa jerarquía y ese legado que lleva implícito un escudo que ha sido y será dominador en Europa. Y eso es lo que transmite un jugador del Real Madrid cuando también lleva el escudo de España. 

La Selección se ha quedado en las últimas competiciones al borde del éxito y llamar a jugadores que han hecho del triunfo su tónica habitual también acerca títulos. Por eso, el FC Barcelona - Real Madrid le manda el aviso a Luis Enrique de que los blancos también existen. El asturiano sigue cimentando un equipo que busca reinventarse en jugadores como Jordi Alba o Busquets y en nuevos nombres como Gavi, Pedri o Ansu Fati. Sin embargo, se olvida de manera insistente de aquellos que visten de blanco. 

Tras El Clásico, que deja varias lecciones, jugadores como Lucas Vázquez o Asensio deberían empezar a formar parte de esas famosas pre-listas. Además, otros como Nacho han hecho méritos en el pasado, como sucedió en la última temporada, para recibir una llamada, y nombres como Dani Carvajal, en cuanto regresen a su mejor nivel, volverán a ser de los jugadores más en forma del panorama nacional. Habrá que ver si Luis Enrique cambia un poco el rumbo y hace el equipo accesible para todos. 

[Más información: Vinicius, el nuevo rey de El Clásico: triunfa en casa de Ansu Fati y se consolida como la ilusión del Madrid]

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