La situación de Leo Messi en el FC Barcelona es realmente complicada. El pasado 30 de junio terminó su contrato de manera oficial y ahora en las oficinas del Camp Nou trabajan a destajo en dos direcciones. La primera de ellas es encontrar un resquicio del reglamento de LaLiga para poder llevar a cabo la operación del argentino como una renovación fuera de plazo y no como un nuevo fichaje. 

Si el Barça tuviera que volver a fichar a Leo Messi sería imposible inscribirle dentro de la plantilla porque dispararía los costes de dicha operación, los cuales supondrían un peaje mayor que el de afrontar la renovación. Para eso, el FC Barcelona quiere agarrarse a una especia de periodo, que se cree que es de 30 días, mediante el cual se podría justificar esta negociación como el tiempo que han tardado en ponerse de acuerdo para esa ampliación de contrato. 

A pesar de que esto no está totalmente probado y demostrado, lo que sí está claro es que pasado el 30 de julio, si no hubiera un acuerdo y un anuncio oficial, lo de Messi sería un traspaso puro y duro y, por tanto, su adiós definitivo al Barça. Mientras tanto, Laporta y su junta directiva siguen buscando la forma de poder cerrar este oscuro capítulo. 

Joan Laporta y Leo Messi, durante la final de la Copa del Rey de 2021 AFP7 / Europa Press

La otra dirección de esos trabajos es lógicamente la de la creación de un nuevo contrato para el argentino que llevará implícita una enorme ingeniería financiera para poder salvar todas las trabas que tiene ahora mismo el Barça. Desde el nuevo sueldo del astro argentino hasta la duración del contrato pasando por cobrar menos en los primeros años y por justificar pagos a futuro cuando Leo ya no sea jugador culé. 

El '10' ha accedido a bajarse considerablemente su astronómica ficha que era de 75 millones de euros netos al año. Sin embargo, no lo hará de forma caritativa, ya que su plan pasa por seguir siendo si no el que más, uno de los jugadores mejor pagados del mundo, lo que trae consigo un contrato de al menos 30 o 35 millones de euros netos por curso.

Sea como fuere, algo imposible para el Bara hoy en día que ni siquiera puede inscribir a sus nuevos fichajes porque excede el límite salarial de forma flagrante. Ese es el otro gran problema que tiene la entidad azulgrana además de no tener dinero y de tener unas deudas abismales, y es que los sueldos de su plantilla se han disparado en los últimos años y necesita hacer recortes por valores casi incalculables. Todo es una quimera para poder retener a un Messi que, además, necesita tomar una decisión cuanto antes. 

Un Messi sin contrato

De momento, se ha oído hablar sobre esta situación a personajes como Joan Laporta o como Ronald Koeman, pero no al principal implicado, Leo Messi, quien no ha dicho una palabra sobre el tema y quien se encuentra disputando la Copa América, esperando sumar por fin su primer título con Argentina. Tampoco ha hablado nadie de su entorno. 

Leo Messi se lamenta tras un gol del Levante Reuters

Todo hace indicar que se posicionarán, o que al menos tomarán una decisión, cuando finalice el torneo, pero lo cierto es que a Messi también le urge decidir. Tal y como apunta el diario francés L'Equipe, Messi, en su nuevo estado de jugador sin contrato y, por tanto, sin equipo, está dejando de ganar la friolera de 100.000 euros al día. 

Es la información que se maneja desde Francia respecto a ese posible acuerdo que Messi y el Barça tendrían en referencia a lo que Leo habría decidido bajarse su nuevo salario para dejar de cobrar los 75 millones netos por curso que cobraba. Sin embargo, a pesar de ese acuerdo económico, todavía no hay un contrato firmado, lo que implica que Messi esté dejando de ganar mucho dinero cada día que pasa. Esta situación puede hacer que Leo no pueda dar más tiempo al Barça y que termine tomando una decisión abrupta, la de salir en busca de un nuevo club, presumiblemente el PSG

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