Aunque la presencia de Leo Messi en el FC Barcelona ha alargado la época de más éxitos del club en su historia, la etapa de Pep Guardiola siempre será recordada como concretamente la mejor. El técnico catalán sacó la mejor versión de sus jugadores durante ese período y llevó a un nivel inalcanzable el juego que ponía sobre el verde sus plantillas. El último partido del de Santpedor fue la final de la Copa del Rey de 2012, un 25 de mayo.

Ese recuerdo ha servido como previa de la final de esta competición que jugarán contra el Athletic Club de Bilbao este próximo sábado. Allí, Guardiola y los suyos vapulearon al equipo vasco por 0-3 poniendo el punto final a un período de tiempo en el que hizo historia, sobre todo, con el Sextete. Al descanso ya habían conseguido la renta que sería definitiva con goles de Pedro, Messi y Xavi y se habló de que hubo un pacto entre los futbolistas para que la humillación no fuera más grande.

Guardiola ha atendido a TV3 para hablar de lo que sucedió en ese episodio, desmintiendo eso último. "Te diría con total certeza que no fue así. Los equipos de Marcelo Bielsa están educados en la resiliencia y no se rinden nunca. Y aquellos jugadores del Barça, si podían hacer cinco goles los hacían, y si podían hacer ocho, hacían ocho. Eran muy buena gente, pero en el campo eran unos putos asesinos", argumentó el actual técnico del Manchester City con una polémica reflexión.

Guardiola junto a Leo Messi EFE

El técnico azulgrana en ese momento explicó que prácticamente desde la previa del encuentro tenía la sensación de que se iba a llevar la final sin problemas: "Recuerdo que en la salida al césped vi la tensión en las caras de los jugadores del Athletic de Bilbao. Los del Barça, en cambio, parecía que jugaran un partido amistoso. Estaban habituados. Sabían que ganarían". Finalmente, ese sería su último título ganado con el Barça después de una infinidad de éxitos.

Evidentemente, sabía que era su despedida y eso añadió un punto de emoción. "Había una cuestión emotiva personal en mí más acusada que en otras finales, pero intenté ser frío", reconoce Guardiola. El técnico culé elevó el fútbol de este equipo al máximo exponente y eso lo convirtió en títulos. Aún así, su carácter en las ruedas de prensa y sobre el campo también dejó una huella con una guerra con José Mourinho que enturbió las relaciones entre los dos equipos.

Declaraciones como estas llamando a sus jugadores "asesinos" son una constante en la carrera en los banquillos de Guardiola. Aunque sobre todo enfocó este tipo de comentarios desacertados contra el técnico portugués durante su 'guerra' con el Real Madrid y el Barça de por medio, también ha proferido algunos discursos en Inglaterra que han levantado algunas ampollas. Además, su condición independentista también ha supuesto que haya entonado algunas proclamas desde su profesión futbolística.

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