El fútbol de selecciones sigue provocando controversia entre clubes y federaciones. Los aficionados no suelen mostrarse muy a favor de que, en medio de la temporada, el vértigo de los partidos de fútbol deje paso a los parones internacionales. Más aún cuando está la Champions League en juego. Esto ya está en los pasillos de la FIFA, después de recibir las quejas también de las grandes personalidades de este deporte como los entrenadores y algunos jugadores.

Los que pagan sufren las lesiones y las desavenencias de la época Covid-19 cuando estos salen a representar a sus países. Este sábado el mismo Zinedine Zidane explicaba que "no es lo ideal" que se te marchen varios jugadores en este momento de la temporada durante la rueda de prensa tras su última victoria. Pero no es el único, ya que es algo de lo que también se ha quejado Koeman o Simeone con anterioridad. Lo aceptan, pero no lo comparten.

Las compensaciones de UEFA o la confederación responsable no son suficientes para acabar con la polémica y el cambio empieza a urgir en el seno de FIFA. Es cierto que para las Federaciones son importantes ya que suponen una fuente de ingresos. El público tiene que seguir de alguna manera enganchado a su selección y las fases de clasificación para los grandes torneos tienen que celebrarse. La pregunta es si es necesario hacerlo durante la temporada.

Sergio Ramos, atendido por los servicios médicos en el España - Alemania de la UEFA Nations League EFE

El calendario tan comprimido de esta campaña ha sido la mecha definitiva para prender un incendio que cogerá fuerza en los próximos meses. Suelen ser dos los compromisos internacionales por parón, pero las circunstancias de la Covid-19 aplazaron varias de estas fechas que se han tenido que ir compensando hasta la fecha actual con tres encuentros. Eso, sumado a que los clubes han tenido que empezar esta temporada más tarde y tienen que acabar pronto por los torneos de selecciones de este verano, ha llevado al límite a los protagonistas de este deporte.

Los casos

Francia se ha negado durante este período de fechas FIFA a exportar a los jugadores de sus ligas fuera del continente europeo. Las competiciones entran en este momento de la temporada en su momento culmen y no quieren que nada lo estropee. Este país ha sufrido de una forma muy crítica las consecuencias de los aplazamientos y las suspensiones que provocó la pandemia y quieren evitar a toda costa nuevos contagios en las plantillas.

Cabe destacar que esto ha sucedido solo con África, porque este continente no ha suspendido su fecha FIFA como si ha hecho, por ejemplo, Sudamérica. La situación de la pandemia en estos países no está tan controlada como en Europa y eso llevó a la CONMEBOL a no llevar a cabo los partidos previstos para estas dos semanas próximas. Esto volverá a ser un problema en el futuro, aunque seguramente se recuperen en lugar de los amistosos previos a la preparación de la Copa América que tendrá lugar este verano, si la Covid-19 lo permite.

No de forma tan categórica como Francia, pero sí en casos puntuales, España también ha decidido que sus jugadores africanos no se iban a exponer a los riesgos de este parón. En Segunda División, el Almería y el Leganés han hecho que Umar Sadiq y Kenneth Omeruo no vayan con Nigeria. El drama vendrá durante la semana que viene, con equipos como el Espanyol perdiendo importantes piezas de cara a la lucha por el ascenso.

En Alemania se ha abierto la polémica con Erling Haaland. El noruego visitará con su selección Gibraltar, territorio británico. Actualmente las restricciones que existen en el país germano obligan a cualquier persona que regrese desde allí a hacer una cuarentena de 14 días. Es por lo que se está valorando la posibilidad de que el delantero del Borussia Dortmund directamente no acuda a esta convocatoria o solo a parte de ella. Lo mismo sucede con los jugadores que juegan en la Premier League y han sido llamados para este parón.

Alternativas

Esta temporada ya se han empezado a plantear alternativas que sirvan para que los parones internacionales no afecten de forma directa a los clubes. Todas ellas apuntan a hacer las competiciones más seguidas y aplazar los compromisos de selecciones a una franja temporal concreta, donde los jugadores lleguen todos en la misma forma física. Esto facilitaría los períodos de vacaciones para los jugadores, una cuestión a la que han tenido que renunciar de alguna manera los futbolistas por la Covid-19.

Hacer una burbuja al final de la temporada o dos que coincidan con el parón invernal y el comienzo del verano son las opciones que más fuerza están ganando. Las organizaciones, de momento, son un poco reticentes por el negocio que hay detrás de estos encuentros. Con un nuevo panorama de competiciones continentales de clubes como la Superliga o la nueva Champions encima de la mesa, este problema también tendrá que ser resuelto si la promesa de cuidar más a los clubes sigue encima de la mesa.

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