Luis Suárez tuvo este jueves la rueda de prensa de despedida del Barcelona tras seis años como azulgrana que se ponen fin por su fichaje por el Atlético. Fue una comparecencia cargada de emoción en la que el uruguayo estuvo acompañado de su familia, Leo Messi y varios de sus compañeros en el vestuario culé. A su lado estuvo el presidente Josep María Bartomeu.

La tensión luchaba por momentos con la emoción de un Suárez, que se mordió la lengua en varias de sus intervenciones. "No le voy a dar el gusto a nadie", llegó a decir al final de la rueda de prensa sobre si tenía algo que reprochar al club en su adiós. "Me voy a ir como el gran jugador que fui en el Barcelona", dijo tratando de mantener la compostura.

Sin embargo, hubo momentos en los que ni el propio Suárez podía ocultar lo que denotaban sus palabras. Eso es lo que ocurrió cuando la pregunta que le hicieron fue si tenía algo que reprocharse tras su salida del Barça. El uruguayo no dio crédito ante la pregunta y su reacción descubrió lo que tiene dentro.

"¿A mí? ¿O a...?", dijo mientras señalaba con la cabeza a Bartomeu a su lado. "enemos que ser autocríticos en Champions. He jugado con molestias, con lesiones... pero no me reprocho nada. Me voy orgulloso", continuó con su respuesta aunque las cámaras ya habían captado su gesto anterior.

El delantero uruguayo no pudo aguantar las lágrimas en su despedida con el Barcelona, y apuntó que "además de un jugador, se va un ser humano que tiene sentimientos". Visiblemente emocionado y con la voz quebrada desde que empezó su alocución, Suárez aseguró que "siempre" estará "agradecido" al club por "la confianza" que depositó en él cuando lo fichó en 2014.

"De acá me llevo amigos", aseguró el punta charrúa, antes de reiterar su amor por el Barça: "Esté donde esté, habrá un culé más"

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