San Siro para unos, el Giuseppe Meazza para otros. Aficionados de Milan e Inter han tenido en el mítico estadio europeo como su segunda casa durante décadas. Edificado en el año 1925, muchos lo veían como un símbolo de la ciudad italiana, pero sus múltiples modificaciones desde entonces han provocado una decisión inesperada.
La Comisión regional para el patrimonio cultural de Lombardía, zona norte, ha señalado, en un informe solicitado por el Ayuntamiento de Milán al respecto de una posible edificación en esa misma zona de un nuevo estadio para los dos grandes equipos de la ciudad, que San Siro "no tiene interés cultural".
Por lo tanto el estadio de Milán puede ser derrumbado. La noticia se confirmó el pasado 13 de mayo, pero ha sido este jueves cuando se ha hecho público. Lo determinante para que la decisión haya recaído del lado del posible derrumbe es que ya no quedan suficientes rasgos del estadio originario.
Nuevo estadio
Desde el Ayuntamiento de Milán, con el alcalde Giuseppe Sala a la cabeza, está trabajando conjuntamente con la escuadra rossonera y con el Inter de Milán en un proyecto para la construcción del nuevo estadio. Según los plazos que estudian, este debería estar finalizado para el año 2024.
Sobre la mesa hay dos proyectos de diseño del nuevo San Siro. En un primero, este estaría inspirado en el estilo gótico del Duomo de Milán y en la Galería que se encuentra a pocos metros de esto y que es un símbolo de la ciudad. Tendría una base rectangular.
En el segundo destacan líneas más futuristas, con dos anillos que se entrelazan y que simbolizarían a ambos clubes, su pasado y su futuro. Además, se prevé en este proyecto que en su fachada exterior se proyecten los tradicionales colores del equipo que esté en ese momento jugando dentro.
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