Durante las jornadas navideñas de la Premier League, el problema con los fueras de juego ajustados se ha recrudecido. Si en España el debate sobre si estas jugadas que se deciden por milímetros, teniendo en cuenta el margen de error del VAR, deberían ser independientes al criterio del videoarbitraje o cuando son tan justas no castigarlas, en Inglaterra la discusión ha cogido un tono aún más elevado.

Hasta cinco equipos vieron como se les anulaban goles muy ajustados durante la jornada del Boxing Day: Norwich, Brighton, Sheffield United, Wolverhampton y Crystal Palace. Los Wolves empataban el encuentro con ese gol contra el Liverpool, mientras que los Blades se ponía por delante en el marcador frente al Manchester City. Equipos que estaban dando la sorpresa y a los que el VAR les quitaba la ilusión.

Cambiar el criterio

Lukas Brud, el secretario general de la International Board, el organismo que elabora y aprueba los cambios normativos en el mundo del fútbol, se mostró muy crítico con estas circunstancias. "Si tenemos que pasar varios minutos para decidir si hay fuera de juego o no, quiere decir que no es claro y evidente y que la decisión original debería prevalecer", dijo uno de los responsables de que el VAR se aplique de esta manera.

El debate se ha instalado definitivamente en el mundo del fútbol. Al menos, hasta que se asegure que el videoarbitraje tenga unos parámetros para medir los fueras de juego, la polémica seguirá envolviendo a este deporte cada vez que se produzca un caso de esta circunstancia que se decida por milímetros.

[Más información: El 2019 del VAR: la falta de un criterio unificado sigue dejando más dudas que certezas en el fútbol]

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