El pasado 22 de diciembre volvió a tener lugar otro lamentable episodio alejado de los terrenos de juego. El racismo volvió a ser el mayor protagonista del encuentro debido a los cánticos de algunos aficionados en la grada hacia Antonio Rudiger, defensa del Chelsea.

El incidente se produjo en la segunda del partido cuando el conjunto dirigido por Lampard iba por delante en el marcador, con 0-2. Son Heung-min realizó una entrada a Rudiger lo que le costó la expulsión. Esto provocó los cánticos racistas y gritos de 'mono' que el exjugador de la Roma escuchó y trasladó al árbitro.

Gary Neville, exfutbolista y exentrenador y comentarista deportivo, denunció que el fútbol inglés tiene un problema con el racismo, añadiendo que si ocurre fuera de Inglaterra, se denuncian más rápido. 

"Tenemos un problema de racismo en la Premier League en Inglaterra y la Premier League tiene que ponerse de pie, se esconden detrás de la FA en este problema", aseguró Neville.

Criticó también a laboristas y conservadores por no hacer lo suficiente para erradicar el racismo en sus partidos asegurando que "el racismo en el fútbol es un reflejo de la política del Reino Unido". 

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