Ansu Fati debutó con el Barcelona el pasado 18 de septiembre con tan solo 16 años. Con su tanto ante Osasuna, cuando sólo llevaba cinco minutos sobre el terreno de juego, lo convirtió en el futbolista más joven de la historia del club en en marcar en Primera División.
Un talento procedente de La Masía, que el que fue su entrenador en el Juvenil A, del club, Víctor Valdés, ya lo veía venir. Todo aquel que lo observaba en la Ciutat Esportiva, apostaba por un futuro prometedor para el joven. Su calidad es innegable, y por eso en el conjunto azlugrana no quieren que el chico se desinfle por la presión mediática.
Según el diario Sport, tienen claro que van a crear un blindaje sobre el delantero que le permita desarrollar su carrera profesional de forma sana, sin piedras por el camino que le entorpezcan o le nublen de su objetivo. Les preocupa especialmente su adaptación al primer equipo. Todo ha ido muy rápido.
Ansu Fati, en un partido del Barcelona. Foto: fcbarcelona.es
La vida del futbolista ha cambiado de la noche a la mañana: ha pasado de ser un desconocido a un fenómeno de masas en cuestión de días. Así lo demuestran sus perfiles en redes. Por ejemplo, en Instagram ha pasado de rondar los 67.000 seguidores, a pestañear y superar los 856.000.
No quieren que le adulen ni le confundan. Nada que no sea formarse como profesional y como persona, es solo un niño de 16 años. Según la publicación, le han aconsejado que así sea: que se centre en su carrera y haga oídos sordos al ruido mediático que le rodea desde el tanto en El Sadar.
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