Neymar abandonó en FC Barcelona en 2017. Desde entonces los rumores de vuelta han sido constantes, pero este verano han sonado más fuerte que nunca. Su excompañero y amigo, Luis Suárez, ha concedido una entrevista para Fox Sports Argentina en la que ha hablado aspectos del Barça, como el no-fichaje del brasileño, la relación de amigos entre Messi, Neymar y él mismo, o la adaptación de los nuevos fichajes en las filas azulgranas.
Mantienen el contacto a través de un chat que los tres tienen en común: "Sí, hablábamos ahí cada tanto, pero últimamente no se hablaba mucho en el chat. Recién se volvió a hablar porque ahora está más tranquilo, fue otro momento difícil porque vivió algo complicado así que respetamos su espacio y su tiempo", afirma el futbolista.
El uruguayo afirmó que ni él ni Messi querían que Neymar pusiera rumbo al Parque de los Príncipes, pero que solo pudieron respetar su decisión: "Lo hablamos en su momento cuando Ney se quería ir. Todo el mundo lo sabía. Nosotros le dijimos: Como jugador, como club y como premios lo vas a tener siempre en el Barcelona. Pero bueno, son decisiones. En su momento él decidió que era lo mejor para él, ahora la decisión era intentar hacer todo para volver. Era difícil pero la relación que teníamos ayudaba muchísimo".
Neymar se entrena con el PSG
Si algo destaca en el juego del Barça, es la complicidad entre el '9' y el '10', y Suárez lo sabe: "Con Messi en la cancha nos conocemos sin vernos. Nos entendemos a las mil maravillas. Cuando él la agarra, yo arranco para un lado solo y sé que la va a tirar ahí... Y él sabe que yo voy a ir. Te vas entendiendo y conociendo más. A veces pasa que los rivales creen que yo voy a definir después de su pase, pero yo se la devuelvo porque sé que al asistir sigue corriendo", afirma el jugador.
Nuevos fichajes
Suárez ya es uno de los pesos pesados del equipo, y como pilar indiscutible de la plantilla, trata de que las nuevas incorporaciones, como Antoine Griezmann, se adapten lo mejor posible al equipo: "Se lo recibió de la mejor manera posible. Demostrándole que el vestuario del Barcelona es muy humilde para lo que ve la gente desde afuera. Es difícil llegar. Pero al hacerlo ven que todos somos iguales y que ninguno se cree mejor que nadie”.
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