La muerte de José Antonio Reyes ha dejado un vacío imborrable en el mundo del fútbol y especialmente en las calles de Sevilla. De hecho, este mismo domingo ha tenido lugar la capilla para darle el último adiós y las caras de todos los presentes reflejaban una profunda tristeza y consternación. Desde la capital andaluza, los hinchas del Sevilla han llenado las calles como si estuviesen en el Sánchez Pizjuán y han brindado un ambiente de partido para despedirse de todo un icono del club.

A la par que cantaban y aplaudían, se podía ver como algunos aficionados sostenían bengalas de fuego mientras que otros alzaban banderas en el aire. Todo esto ocurría mientras veían pasar al coche fúnebre donde se encontraba el cuerpo de José Antonio Reyes, quien perdía trágicamente la vida este mismo sábado en un terrible accidente de tráfico.

Su último club como futbolista profesional ha sido el Extremadura y el percance tuvo lugar en el camino de vuelta a Utrera -su localidad natal- tras el entrenamiento matutino. Apenas alcanzado el mediodía, Reyes superaba con creces los límites de velocidad establecidos en esa carretera -llegó a alcanzar los 237 km/h cuando el máximo es de 120 km/h- y tuvo lugar un impacto con consecuencias fatales.

Solo uno de sus primos sobrevivió

Se produjo un incendio fruto del golpe del que el propio Reyes y uno de sus primos -Jonathan Reyes- no lograron escapar. Sí lo hizo otro de sus primos, Juan Antonio Calderón, siendo el único superviviente de esta terrible tragedia. El mundo del fútbol ha quedado completamente consternado con la noticia y todos han expresado sus condolencias a la familia a la par que han acudido a la capilla a darle el último adiós.

[Más información: El informe del accidente de Reyes: iba a 237 km/h cuando reventó una rueda]

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