El final del mercado siempre deja cosas interesantes e historias curiosas. La última ha tenido lugar en China. La liga del país asiático se ha convertido en los últimos años en una competición muy atractiva para los futbolistas que quieren conseguir un buen contrato en lo referente a lo económico. Pero la mayoría se arrepiente enseguida.

El último en querer irse ha sido Ramires. El ex del Chelsea abandonó el conjunto inglés en el año 2016 para probar suerte en la liga china, concretamente en el Jiangsu Suning. Allí ha estado estas dos últimas temporadas hasta que este verano, el mediocentro ha decidido volver a Europa.

El Benfica ha sido el equipo que más se ha interesado por él. Todo parecía acordado para una cesión, pero el Jiangsu Suning puso como condición la renovación de su contrato, que termina en enero de 2019. El centrocampista se negó de manera rotunda y eso le ha llevado a sufrir un castigo por su club.

Castigado por el club

La decisión de no renovar le ha traído consecuencias a Ramires. El club chino frenó en seco una negociación que estaba prácticamente cerrada. De hecho, en el conjunto lisboeta ya tenían hasta la fecha del aterrizaje del futbolista. Pero esta no ha sido la única decisión que han tomado los dirigentes chinos. 

El enfado no ha quedado ahí y también decidieron mandar al brasileño al equipo de los reservas. Allí entrena y juega hasta que se resuelva su situación. Pese a todo lo que le está pasando, Ramires está actuando de forma más que profesional pese a su delicada situación en su club.

Gran partido con el reservas

En el último partido con su equipo este fin de semana, Ramires fue el mejor jugador ante el Tianjin Quanjian con dos goles y una asistencia en un choque que terminó con una goleada en el campeonato de la liga de reservas.

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