El pasado día 22 de mayo el New York Red Bulls decidía aclarar quien manda en el ‘soccer’ neoyorquino con un contundente 0-7 en casa del New York City. En el minuto 75 saltaba al campo Frank Lampard en el cuadro local, la curiosidad de todo esto es que el sueldo del medio inglés (6 millones de dólares) es mayor que el de toda la plantilla que le acababa de barrer en su propia casa (5,8 millones). Una semana después les visitó el Orlando City de Kaká. En los últimos minutos coincidieron sobre el campo Kaká, Villa, Pirlo y Lampard, cuatro de los diez mejores pagados de la liga: en total suman 25 millones anuales, el resto de las dos plantillas (un total de 51 jugadores con contrato) de Orlando y New York City no llegan ni a 8 millones anuales.

La MLS es la liga donde las estrellas mantienen su elevada cotización un par de años más, pero las desigualdades salariales dificultan la viabilidad a largo plazo, una liga sobrevive por el nivel de su clase media y hay que cuidarla. En la MLS, la liga de fútbol más importante de Estados Unidos, el salario medio no alcanza los 100.000 dólares anuales. Poco más de lo que cobra un operario de un reactor nuclear, para que nos entendamos, lo que cobraría Homer Simpson en la realidad, 82.000 dólares. Y muy lejos del salario medio de un pediatra en Estados Unidos (142.000 dólares anuales). Muchos ceros para la gente corriente, pero hay que entender que ser profesional del fútbol es tener una carrera profesional breve y que ese panorama invita a la reflexión a los jóvenes que ven en este deporte su manera de ganarse la vida.

Gráfico reparto sueldos

El tira y afloja de los jugadores

El inicio de la MLS de 2015 corrió peligro por la huelga de futbolistas. Ellos pedían un aumento de los salarios que consiguieron, pero sólo de manera testimonial. El enfado continúa. La liga y la federación firmaron en 2014 un nuevo contrato televisivo que multiplicaba por cinco el valor de los derechos televisivos, pero el aumento apenas se hizo palpable en los salarios. Además, los clubes están consiguiendo más dinero e inversiones tanto con los nuevos patrocinadores de la liga (en el último año han firmado con Heineken, Audi y Coca-Cola) como con asistencias en aumento. El reparto de salarios deja un mapa muy distinto a lo que entendemos por los sueldos del fútbol profesional. En definitiva, el futbolista medio de la MLS recibe menos de lo que genera y, aunque suene increíble, es lógico que estén reclamando cifras que a la gente corriente nos mareen.

Aun así, todo progresa adecuadamente, aunque de manera muy paulatina. Hace poco (2013) el que fuera portero profesional de Colorado, Joe Nasco, reconocía a BuzzFeed que con su salario de 53.000 dólares no podía permitir que su mujer estuviera en casa cuidando de su hija recién nacida y que el guardameta tenía que coger trabajos temporales como entrenador de equipos infantiles para poder tener un dinero extra. Se hace raro hablar de futbolistas con los mismos problemas económicos que cualquier familia. Para contextualizar, en Estados Unidos un cartero cobra 50.000 dólares anuales. 



Las desigualdades dentro del vestuario

Uno ve la lista de los diez mejores pagados de la MLS y reconoce a prácticamente todos los jugadores a primera vista: Kaká, Giovinco, Bradley y Gerrard superan la barrera de los seis millones anuales; Lampard, Pirlo y Villa les persiguen de cerca; y entre los cuatro y los cinco millones de dólares por temporada aparecen Altidore, Dempsey y Giovanni dos Santos. El problema de la MLS no está en los reclamos, fuera de este Top 10 hay nombres como Didier Drogba, Robbie Keane, Tim Howard,… Talento hay de sobra.

Gráfico Top 10

El problema va más allá de esa clase privilegiada. Qué le queda a sus compañeros de trabajo. Kaká cobra el 62% del total gastado de salarios de su equipo; Villa, Lampard y Pirlo se llevan el 83% y los otros 24 jugadores de su equipo sólo el 17%. Situación similar en Toronto. El resumen está claro, el formato de un jugador franquicia sobrepagado funciona si el resto de la plantilla tiene un sueldo medio mayor. El ejemplo es que con los datos de 2014 en la MLS el mejor pagado cobra 196 veces más que el peor mientras que en la NBA esa diferencia se reduce a 41 veces y en la NFL (fútbol americano) es de 53 veces –datos de Forbes-.

Es un problema con las raíces demasiado profundas, esto tiene una consecuencia directa en el futuro: si un jugador tiene la opción de irse a Europa aún siendo adolescente no dudará en marcharse y si tiene que volver lo hará después de una experiencia mejor pagada y con un cartel mayor por haber jugado fuera. Visto así, un sueldo de 100.000 dólares parece una cifra suculenta, pero estamos hablando de una profesión de corta duración (menor a veinte años como profesional) y de un desgaste físico elevado.

Las canteras del ‘soccer’ estadounidense cada vez están más pobladas pero los datos salariales dejan un mensaje para todos aquellos interesados: si eres muy bueno en cualquier otro deporte intenta ese camino. No es raro ver a ‘kickers’ o ‘running backs’ de la NFL de fútbol americano con pasado en el sistema formativo del ‘soccer’. Económicamente eligieron bien.

Noticias relacionadas