Que España manda en el fútbol sala mundial no es ninguna novedad. Con siete campeonatos de Europa y dos mundiales, la española es, con permiso de Brasil, la selección de fútbol sala más laureada del mundo. A pesar de que la atención mediática no ha sido siempre la merecida, el fútbol sala se ha consolidado como la sección deportiva del país que más reconocimientos ha obtenido. El último viene de la mano de un chaval de 23 años nacido en Santa Coloma de Gramenet, una ciudad humilde del área metropolitana de Barcelona. Adolfo Fernández, jugador del F.S. García (el mítico Marfil Santa Coloma), club decano de la Primera División de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS), ha logrado lo que ningún otro en 12 años: obtener dos años consecutivos (2014 y 2015) el premio al mejor jugador joven de fútbol sala del mundo, el equivalente al Golden Boy del diario Tuttosport en fútbol.

Eso es una gesta en la historia del fútbol sala mundial. No es que nadie no lo hubiera conseguido dos años consecutivos, es que nadie había logrado siquiera repetir. Pero el pasado 20 de mayo Adolfo Fernández sentó precedente. En reconocimiento a la temporada 2014-2015, el jugador recibió, por delante del también español Emilio Buendía (Jaén Paraíso Interior), su segundo galardón consecutivo como mejor jugador joven de fútbol sala del mundo, otorgable a los jugadores menores de 21 años. Adolfito, como le conocen en el mundo del fútbol sala, tiene 23 años a fecha de mayo de 2016, pero antes de mayo de 2015, cuando computaba para el galardón, todavía tenía 21 y por eso el premio ha sido posible.

Estos reconocimientos los entrega la revista FutsalPlanet, que con el paso de los años ha ido ganando prestigio y se ha afianzado como la referencia de los premios del fútbol sala mundial: tanto las federaciones como los clubes, entrenadores y jugadores se hacen eco cada vez que la revista concede reconocimientos. Sin ir más lejos, Jesús Velasco, técnico de Inter Movistar, declaró en su Facebook el pasado 20 de mayo, cuando le nombraron mejor entrenador del mundo también por segundo año consecutivo, que aquél era “un día memorable” y que le llenaba de orgullo recibir ese “prestigioso galardón que concede FutsalPlanet”.

El crédito de los premios se justifica por la lista de casi 200 expertos que los avalan. Estos 200 especialistas repartidos por el mundo son los encargados de votar, de entre los jugadores preseleccionados por FutsalPlanet, al mejor joven del mundo. A España la representan nombres de auténtica referencia en este deporte como Jesús Candelas, histórico técnico de Interviú Boomerang; Gustavo Muñana, experto y comentarista que se estrena este año en FutsalPlanet; o Luís Fonseca, un clásico de los banquillos españoles y actual seleccionador de Kuwait, que explica a EL ESPAÑOL que votó a Adolfo con la máxima puntuación porque de la lista de candidatos “era sin duda el mejor, por su rendimiento y peso en su club y en la LNFS”. El jugador, por su parte, reconoce que está “contentísimo de haber podido lograr un premio tan importante por segundo año consecutivo”, aunque sin la ayuda de todos sus compañeros, dice, “no hubiera sido posible”.



DEL CEMENTO AL PARQUÉ

Adolfo Fernández creció pegado a un balón de fútbol sala en Les Oliveres, uno de los barrios más menesterosos de Santa Coloma de Gramenet. Su padre le recuerda como queriendo jugar a fútbol sala las veinticuatro horas, como pillando berrinches siempre que no le llevaban a las pistas de cemento de su barrio. A los ocho años, después de jugar desde los 3 en su colegio de primaria, empezó a militar en las categorías inferiores de Marfil Santa Coloma, donde pasaría los próximos quince: más de los que pasará en cualquier otro club.

En todos esos años al jugador le ha dado tiempo a debutar en Primera, a ser convocado por la absoluta y ser un fijo en las convocatorias del seleccionador José Venancio López, a ser catalogado por la propia LNFS como “el niño prodigio del fútbol sala nacional” y, en último término, a fichar por el Fútbol Club Barcelona para la próxima temporada. Según ha reconocido el periodista experto en fútbol sala Gustavo Muñana a este periódico, “que el Barça se fijara en él es la consecuencia lógica de que fuera nombrado mejor jugador joven del mundo”.

Efectivamente, el fichaje de Fernández por el Barça de Marc Carmona, entrenador recientemente destituido que logró el ascenso del club catalán a División de Honor, se fraguó poco después de que le concedieran el primer premio al mejor joven del mundo; condecoración que, por cierto, ha estado históricamente plagada de jugadores españoles, si bien ninguno excepto Adolfo ha repetido: Jesús Herrero (2007), Aicardo (2010), Sergio Lozano (2011), Alex (2012) y Adolfo (2014 y 2015). La idea de poder fichar por el Barça fascinó a Adolfo, que no dudó ni un segundo en entonar el ‘sí, quiero’ a pesar del amor incondicional que siente por su club de toda la vida.

El hándicap de la joven estrella ha sido siempre pertenecer a uno de los clubes más humildes de la LNFS. Según afirma el propio club, “El F.S. García –que recibe este nombre por Vicente García, su histórico presidente- tiene uno de los presupuestos más bajos de toda la LNFS. Estamos por debajo de los 600.000 euros anuales, mucho menos de la mitad del presupuesto de los tres grandes”, que en el caso del Barça, por ejemplo, ronda los 5 millones de euros.

Aun así, el F.S. García lleva más de 40 años con un proyecto de club cuyo valor fundamental es el respeto profundo hacia su cantera, hecho que ha propiciado que su ciudad, Santa Coloma de Gramenet, pueda enarbolar con orgullo la bandera de ser “la cuna del fútbol sala español”. Esto, según Jordi García, la voz del fútbol sala en la televisión catalana TV3, “es quizá una manera de hacer única en toda Europa junto con la de El Pozo Murcia. Son clubes que facilitan mucho las oportunidades a los jóvenes, y la entrada de éstos en el primer equipo es diferente a la que se produce en el resto de conjuntos”.

Por supuesto, como ocurre en cualquier otro deporte, en el fútbol sala es más difícil destacar si no se juega en uno de los grandes. Por ello, cuando Adolfo fue convocado con la selección absoluta en octubre de 2014, algunos medios titularon que “se había colado” en la lista de José Venancio López, porque sólo tres jugadores de los 14 que iban, entre los que estaba él, no pertenecían a uno de los tres gigantes de la LNFS (Inter, Barça y Pozo).



HORIZONTE BLAUGRANA

Tras ser preguntado por si se siente de algún modo heredero de Javi Rodríguez, el mejor jugador español de fútbol sala de todos los tiempos, Adolfo prefiere escapar de los paralelismos: “Javi Rodríguez son palabras mayores. Yo no pienso en herederos, sino en que tengo que ir al Barça, empezar desde 0, e intentar luchar y demostrar que quiero aportar y participar porque la competencia que hay es impresionante”.

Aunque las comparaciones son odiosas, es difícil resistir la tentación de buscar similitudes entre las carreras de Fernández y Rodríguez. Este segundo, como posteriormente harían Kike Boned y Sergio Lozano, recibió en 2005 el premio FutsalPlanet al mejor jugador (adulto) del mundo. Tanto Adolfo como Javi Rodríguez salieron de un barrio de Santa Coloma de Gramenet, empezaron en el F.S. García (Rodríguez en el todavía Industrias García) y llegaron al Barça como culmen de su carrera. Aunque a una edad muy diferente. Adolfo llegará con 23 años, y Javi Rodríguez lo hizo con 32, después de una etapa fantástica en el Playas de Castellón. Adolfo, además, llegará al Barça después de que, como reconoce su entrenador en infantiles David Picazos, “el club blaugrana intentara ficharle año tras año cuando era pequeño”.



También las situaciones son diferentes. Si Rodríguez llegaba como el soplo de aire fresco para impulsar y dar vida a un equipo recién ascendido a División de Honor, Adolfo llegará en verano al Barça para dar continuidad a una de las plantillas de más calidad de la LNFS. “Aportará el corazón catalán que falta ahora en el Barça, además de juventud y desequilibrio en el uno contra uno”, dice el entrenador Luís Fonseca. Aunque no podrá confiarse. El propio Adolfo reconoce que está preparado para asumir una posible suplencia, aunque dice ser un jugador exigente que va a pelear cada entrenamiento como si fuera el último. Todos los expertos consultados, a pesar de conocer la sobrada calidad del colomense, concurren en afirmar que “no lo tendrá nada fácil dada la pugna constante por minutos que hay en el Barça”.

“¿LO MEJOR? DEFENDER LOS COLORES DE MI PAÍS”

Cuando en octubre de 2014 fue convocado por primera vez con la selección absoluta de fútbol sala, la LNFS entrevistó a Adolfo Fernández. El titular de aquella entrevista fue: “Es un sueño poder defender los colores de la selección de tu país”. La opinión del futbolista no ha variado. Al ser preguntado por cuál es el reconocimiento de su carrera que más valora, entrando en esa categoría los premios al mejor jugador joven del mundo o haber fichado por el Barça, por ejemplo, el futbolista no duda: “Lo mejor que me ha pasado en mi carrera es haber podido debutar con la selección de mi país. Cuando me ocurrió, pasaban los días y no podía creerlo. Es a lo que todo jugador aspira”.

El ambiente en la selección, reconoce Adolfo, es inmejorable. “Al principio iba a las convocatorias nerviosísimo, porque conocía a los integrantes del equipo nacional de haber jugado contra ellos, pero no personalmente”, dice Fernández. “Pero, cuando llegas, te lo ponen muy fácil, porque todo es ayuda desde el principio; te arropan y están cerca de ti, a pesar de no conocerte personalmente”, concluye. Sus compañeros, tanto los de club como los de selección, destacan su humildad y madurez a pesar de sus éxitos y corta edad. Como dice Luís Fonseca, “Adolfo es un jugador que todo el mundo, preguntes a quien preguntes, querría tener en su equipo”.

En la selección, Fernández dice llevarse “muy bien con Paco Sedano, Lin, Sergio Lozano o Aicardo”, todos próximos compañeros suyos en el Barça. Lo que no es capaz de asegurar la joven estrella es si esta nueva camada de futbolistas llegará al nivel de la mejor generación del fútbol sala español hasta la fecha –Luís Amado, Kike, Javi Rodríguez o Paulo Roberto entre otros: “A base de trabajo intentaremos estar a su nivel, pero será muy difícil”.

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