Raro en él, Zidane salió a rueda de prensa con ganas de hablar. Otra cosa era dar titulares, pero sí que tenía ganas de hablar. La situación era diferente. “Cuántos sois hoy”, se sorprendía el francés, viendo a rebosar una sala de prensa que acogió el Open Media Day del Real Madrid previo a la final de la Champions.

Zidane: “Simeone tiene todo lo que tiene que tener un entrenador”

“Perder no sería un fracaso. El fracaso sería no dar el máximo”, comenzó Zidane, que desde el primer momento quiso dejar claro su mensaje. “Hemos preparado bien la final, pero después en el partido puede pasar de todo”.

Sobre Cristiano, que ya llegó al límite en la última final europea de 2014, aseguró que “está listo para el sábado”, aunque reconoció que, en un partido organizado el pasado sábado, no jugó por precaución. “No significa nada”, comentaba, a la vez que se mostraba contento por contar con toda la plantilla, salvo Varane.

Zidane también quiso reivindicar al Atlético: “No solo defienden bien. Es un equipo completo, que puede jugar también con el balón y crear dificultades cuando tiene la posesión de la pelota”.

EL GRAN RETO DE ZIDANE

El partido del sábado en San Siro es el gran reto del francés, que tan solo lleva cinco meses al frente del Real Madrid. “Siempre hay presión. El cargo siempre es el mismo. Pero esto es parte del trabajo y me gusta. Como jugador también tenía presión, quizá haya más como entrenador. Pero me gusta”, comentó un sonriente Zidane.

La comparación con la final de Lisboa era inevitable. Él estuvo allí, su rival del sábado será el mismo y, además, la rueda de prensa coincidía con el aniversario de la Décima: “Es difícil decir si estamos mejor que cuando fuimos a Lisboa. Lo importante es estar mejor el sábado. Ahora llegamos en buen momento. Veremos cuando pite el árbitro”.

“Afrontaré el partido con tranquilidad, determinación y paciencia. Hay que tener un poco de todo. Por ahora, en una final de este tipo, sólo conozco la sensación de jugador”, comentó un Zidane que al igual que elogió al Atleti también lo hizo con su entrenador: “Simeone tiene todo lo que tiene que tener un entrenador. Conoce muy bien a sus jugadores y eso es lo más importante”.

Preguntado por si podría ser duro perder la final ante el Atleti, fue tajante: “Cuando pierdes la final, es difícil. Sea el rival que sea”. “Me gustaría estar más cerca del partido, todavía estamos a martes”, se lamentaba Zidane. “Nos gustaría a todos jugar este partido… bueno, yo no lo jugaré”, bromeó el técnico franés.

No se quiso mojar sobre si es mejor o un premio mayor ganar la Champions que el doblete. “Lo que tenemos delante es la Champions. Ni la Liga ni la Copa. Solo pensamos en este partido”, comentó, a la vez que tiró de humildad para asegurar que le falta “muchísimo por aprender. La ilusión que tengo por ello es tremenda y eso hará que mejore. Pero me queda mucho para ser un entrenador importante”.

Finalizó Zidane como empezó, con una sonrisa, muestra de la situación en la que vive. “Lo que va a venir va a ser muy bueno, lo mejor para todos. Pero yo no lo cambio por lo que ya tengo. Nadie me va a quitar lo que tengo”, en referencia a su etapa de jugador.