Como si fueran pocas, el Barça ya lleva doce goleadas en lo que va de Liga. Y eso que arrancó la temporada sin apenas gol, con tres victorias por la mínima (0-1 vs Athletic, 1-0 vs Levante y 1-2 vs Atlético) y la goleada que le endosó el Celta en Balaídos (4-1). Pero una vez asentado el equipo, el Barça ha sido una apisonadora que ha llegado a los 84 goles en Liga, lo que equivale a una media de casi tres (2,8) por partido.

Si siguen a este ritmo, este Barça se quedará cerca de los 121 goles del Real Madrid de Mourinho de la temporada 2011/12, récord absoluto en Liga. Para ello, necesita elevar su promedio de goles por partido a 3,1, algo que parece difícil, pero que ha superado en tres de los últimos cinco partidos. Viendo el calendario, la posibilidad es real contando los últimos cinco partidos, ante equipos de la zona baja: Deportivo, Betis, Sporting, Espanyol y Granada.

Pero antes de esos duelos, el Barça se enfrentará al Villarreal en El Madrigal, el Real Madrid, la Real Sociedad y el Valencia. En estos cuatro partidos, se hace difícil creer que el equipo culé pueda seguir manteniendo esa media, aunque si nos basamos en los partidos de ida, sólo en el partido ante el Valencia (1-1, al que después ganó 7-0 en Copa) no superó esa cifra (3,1 goles por partido).

El Camp Nou (casi) asegura goleada

De esas 12 goleadas, tres ya consecutivas, nueve han sido en el Camp Nou: 4-1 vs Levante, 5-2 vs Rayo Vallecano, 3-0 vs Villarreal, 4-0 vs Real Sociedad, 4-0 vs Betis, 4-0 vs Granada, 6-0 vs Athletic, 6-1 vs Celta y esta última por 6-0 ante el Getafe. Las otras tres fueron las recientes de Vallecas (1-5) y Eibar (0-4) además de la del Santiago Bernabéu (0-4).

El fácil trámite ante el Getafe fue una más de esta larga lista de partidos cómodos para un Barcelona que ya mira el calendario para saber cuándo podrá ser campeón. El 20 de abril en Riazor, una semana después ante el Sporting o la visita al Benito Villamarín el primero de mayo se ven ya como fechas para cantar el alirón. 

El Barça fue tal apisonadora en su compromiso ante los madrileños que a la media hora de juego ya ganaba 4-0. Y a los 40 minutos, ya sacó la manita. Los de Luis Enrique se aprovecharon de un más que flojo Getafe, acuciado por los miedos de un descenso que aún esquiva a pesar de llevar nueve partidos seguidos sin ganar, con solo un empate cosechado, algo que deja a Fran Escribá contra las cuerdas.

Ante el Getafe, otro set

El gol de Juan Rodríguez en propia puerta nada más arrancar el partido fue el presagio de lo que le vendría encima a los madrileños. Esta vez fue más que un simple susto de Halloween. Y eso que entre medias los azulgranas se dieron el gusto de volver a fallar un penalti. Lo de este equipo con las penas máximas empieza a ser paranormal. Es el octavo penalti que fallan, de 15 ya pitados: a más de uno cada dos partidos.

Ni Messi ni Neymar (Suárez se quedó fuera por descanso) estuvieron al 100%. Ni al 50%. Y aun así les volvió a valer para machacar y hacer lo que quisieran. El Getafe fue un juguete en sus pies, al que domaron y acabaron humillando a placer. El invitado en la delantera fue Munir, y el hispanomarroquí lo aprovechó con un gol casi sin querer. A la hora de la siesta, el Camp Nou fue avisando con el famoso 'runrún' de que querían más y al instante, marcó Neymar (por partida doble) y después Messi.

Entre 'calentones' de Piqué, más enchufado de lo que el partido daba, quizá por su recuerdo a la fiesta de Halloween y todo lo que se le 'atizó' en el Coliseum, y con un Guaita al que solo le faltó llorar para mostrar su impotencia, Arda Turan dibujó la exquisitez del partido, con una chilena (no completa) a dos metros de la portería. El turco sonrió, algo que apenas se le vio desde que en enero pudo volver a jugar. 

Y el Barça, como siempre. A su ritmo, a su juego, a sus goleadas... y a su Liga, logró su trigesimoséptimo partido seguido sin perder. Es cuestión de tiempo que en el Camp Nou se celebre el título. Mientras tanto tendrá que pasar trámites y disfrutes. 

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