No fue exactamente un partido, sino una ceremonia de unión lo que se vivió la noche del martes en el mítico estadio londinense de Wembley, donde 71.223 personas presenciaron en directo el amistoso entre Inglaterra y Francia (2-0, goles de Dele Alli y Rooney). El partido sirvió de homenaje a las víctimas de los atentados del viernes en París y tuvo varios momentos particularmente emocionantes: entre ellos, el canto unánime de La Marsellesa, el himno nacional francés, al comienzo del partido y la entrada en el minuto 57 del futbolista francés Lass Diarra (ex Real Madrid), que perdió a una de sus primas, Asta Diakité, en los ataques terroristas.

Aficionados de todas las nacionalidades mostraron su apoyo al pueblo francés llenando un estadio que recibió al público con su emblemático arco iluminado para la ocasión: rojo, blanco y azul. En la fachada y los laterales se veía proyectada la leyenda “Liberté, Égalité, Fraternité” (“Libertad, Igualdad, Fraternidad”), lema de la República francesa.

La contundente presencia policial en las inmediaciones del estadio y de la parada de metro de Wembley Park, la más próxima al recinto, no amedrentó a los aficionados, que horas antes del partido ensayaban La Marsellesa. Cargados de banderas tricolores y portando cientos de pancartas con los lemas “Je Suis Paris” (“Yo soy París”) y “Together we are stronger” (“Juntos somos más fuertes”), los hinchas británicos no dejaron de aplaudir, abrazarse, cantar y, sobre todo, beber junto a sus colegas europeos.

Muchas personalidades y celebridades no quisieron perderse el encuentro, para el que solo desde el viernes hasta hoy se habían vendieron más de 10.000 localidades. “Nos hubiéramos preocupado si hubiéramos visto a decenas de miles de personas devolver sus entradas. Pero no solo no ha sido así, sino todo lo contrario”, aseguró antes del encuentro Martin Glenn, director ejecutivo de la Federación Inglesa de Fútbol (FA). “La gente está decidida a mostrar su solidaridad con el pueblo francés en estos duros momentos”.

La noticia conocida a última hora de la cancelación del amistoso entre Alemania y Holanda, lejos de desanimar a los londinenses, pareció servirles de estímulo añadido. No obstante, el temor se mantiene en una ciudad que ha sido objeto también de fuertes golpes terroristas. El fútbol pudo sentirse orgulloso el martes en Inglaterra. Como resumía un tuit publicado a la finalización del encuentro: “Hemos tenido nuestras diferencias políticas y deportivas, pero esta noche os apoyamos y estamos a vuestro lado. Viva Francia”. Los jugadores franceses agradecieron la actitud británica en todo momento.

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