La carrera por gobernar el fútbol mundial y su negocio tiene cinco competidores, pero sólo dos parecen tener posibilidades reales en las esperadas elecciones del próximo 26 de febrero. El mismo día que Joseph Blatter salía del hospital, la FIFA anunció la eliminación (al menos temporal) de Michel Platini como candidato a ocupar el trono del dirigente suizo, presidente desde 1998. También apartaba de la campaña a Musa Hassan Bility, presidente de la federación de Liberia. Lucharán por la presidencia del organismo que rige el fútbol mundial el príncipe Ali bin Al Hussein (Jordania), Salman Bin Ebrahim al Khlalifa (Baréin), Jérôme Champagne (Francia), Gianni Infantino (Suiza) y Tokyo Sexwalle (Sudáfrica).

Sólo el príncipe Ali parece en condiciones de competir verdaderamente con el representante del fútbol europeo, el más poderoso del mundo. Con 39 años y miembro de la familia real jordana, haber sido el único rival de Blatter en las elecciones de la FIFA este año le confiere una autoridad superior al resto de aspirantes. Vicepresidente de la entidad desde 2011, se presenta a las elecciones pese a la reticencia de dos confederaciones americanas (CONMEBOL y CONCACAF, sur y norte). “Tenemos que recuperar el juego que nos encanta. Tenemos que volver a lo que hace del fútbol el deporte más grande en la Tierra: la esperanza, la dignidad, la excelencia y la oportunidad”, dijo durante el discurso de presentación de su candidatura.

Ali bin Al Hussein es el tercer hijo de Hussein de Jordania. Reuters

La opción de Infantino gana enteros con el paso de los días y palia el horror vacui que se había instalado en numerosos despachos oficiales tras la suspensión oficial de Blatter y Platini el mes pasado (durará hasta el 5 de enero). Secretario general de la UEFA desde 2009, ha participado en campañas como la del 'fair play' financiero y es conocido por ser el encargado de ejecutar los sorteos de la Champions League en sus distintas fases. Se ha comprometido a mantener su candidatura incluso si regresa el suspendido Platini.

PLATINI, EN EL BANQUILLO

El Comité de Ética de la FIFA determinó asimismo (como era esperado) mantener apartado a Platini de la carrera electoral mientras prosiga la investigación abierta en su contra por “un pago desleal” de dos millones de euros hecho a su favor por Blatter en 2011.

El ex futbolista francés y presidente de UEFA desde 2007 puede recurrir la decisión ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). “Conforme a las precedentes declaraciones de la Comisión Electoral, la candidatura de Platini será examinada cuando termine el periodo de suspensión. No ha sido de ninguna manera rechazada”, se apresuraron a afirmar sus abogados. Platini se quejó de la presunta lentitud de la FIFA en evaluar sus apelaciones: “Esa falta de premura es sorprendente y totalmente contradictoria con la urgencia citada por la Comisión de Ética para justificar la sanción provisional que se le aplicó”, afirmaron los letrados del vicepresidente inhabilitado, que continúa en su cruzada por defender su inocencia en medio de un lodazal de corruptelas.

Platini no depende de sí mismo para concurrir a un puesto que tenía al alcance de la mano hace sólo dos meses. Si el TAS aceptase su recurso, la última palabra sobre su participación estaría en manos de la Comisión Electoral. La de Ética fue la responsable de aprobar finalmente a los candidatos que habían reunido por lo menos el apoyo de cinco federaciones nacionales. En el caso del presidente de la federación liberiana, la FIFA arguyó que había incumplido el protocolo de integridad, pero no hizo públicas sus consideraciones.

BLATTER, DADO DE ALTA

Joseph Blatter, suspendido de sus funciones, salió el mismo jueves del hospital en el que llevaba ingresado casi una semana por complicaciones derivadas del estrés y la ansiedad. La caída en picado del todavía presidente de la FIFA podría no terminar con su abandono de la entidad que rige el fútbol mundial. Sospechosa desde hace lustros de corrupción masiva y nunca definitivamente comprobada, el organismo con sede en Zúrich nunca volverá a ser el mismo desde que agentes suizos (a petición del Departamento de Justicia estadounidense) arrestasen la madrugada del 27 de mayo a siete altos dirigentes para extraditarlos y juzgarlos por acusaciones de fraude, chantaje y lavado de dinero. Blatter, de 79 años, está imputado oficialmente por varios delitos: apropiación indebida, gestión desleal y abuso de confianza. La FIFA, que preside internamente desde el 8 de octubre Issa Hayatou, intenta poner orden en un organismo debilitado. Platini sigue resistiéndose a acatarlo.

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