Una situación surrealista. Eso es lo que se vivió en la tercera etapa de la Vuelta al País Vasco que finalizó con mucha polémica en la localidad de Beasain. El triunfo fue a parar a manos de Alex Aranburu, el campeón de España, pero lo hizo después de dos cambios de opinión de los comisarios, que primero le descalificaron y después le volvieron a entregar la victoria.
Alex Aranburu levantó los brazos en al línea de meta de Beasain. Lo hizo entrando en solitario con apenas tres segundos de ventaja sobre el grupo perseguidor en el que estaban el resto de favoritos de la carrera, hombres con Enric Mas, Joao Almeida o el líder Maximilian Schachamann.
La emoción invadió al ciclista de Cofidis, hasta la temporada pasada en Movistar Team, ya que este suponía su primer triunfo con el conjunto francés.