El ciclismo mundial vive su gran fiesta este fin de semana en Italia, alrededor del circuito Enzo y Dino Ferrari de Imola. Tras la celebración del Tour de Francia, brillantemente ganado por Tadej Pogacar hace tan solo una semana, llega el otro gran plato fuerte de la temporada, el Campeonato del Mundo.
Ciclistas de todas las nacionalidades se desafiarán y pelearán por llegar el primero a la meta en una carrera que se diferencia de cualquier otra de la temporada y que distingue al corredor que la gana por encima de todos los demás durante todo un año. Portar el preciado maillot arco iris que acredita como campeón del mundo es un sueño por el que muchos pelean durante toda una vida.
Sin embargo, el mundial no entiende de sueños, de metas, de aspiraciones ni de favoritos aunque, evidentemente, también los hay. El mundial de ciclismo en ruta es una prueba singular, larga, eterna y, como en esta ocasión, dura, muy dura. Y eso que no se trata de un recorrido puramente para escaladores, pero la organización ha dispuesto una prueba única para encontrar al ciclista más resistente de todos los que tomen la salida este domingo.
Filippo Ganna en la contrarreloj de Ímola
Los Campeonatos del Mundo, que ya han coronado a Filippo Ganna como campeón masculino de contrarreloj y a Anna van der Breggen como campeona de contrarreloj y ruta en las pruebas para féminas, buscan ahora encontrar a su campeón del mundo masculino y cerrar con el plato fuerte la edición de 2020, programada en un inicio para celebrarse en Suiza, pero que la pandemia ha traído hasta Italia.
Un recorrido difícil de interpretar
La prueba de los Campeonatos del Mundo de ciclismo masculino en ruta está trazada sobre un recorrido total de 258,2 kilómetros. Se tratará de un desafío mayúsculo, una prueba larguísima que llevará a los corredores a un esfuerzo muy superior a las seis horas de sufrimiento. Y todo, para coronar al mejor ciclista del pelotón, que tendrá el honor de portar el maillot arco iris de campeón durante todo un año y suceder al ciclista danés del Trek Mads Pedersen, campeón en la terrorífica prueba del año pasado celebrada en Yorkshire entre la lluvia y el viento.
La prueba, en un inicio, se iba a celebrar en Aigle-Martigny, Suiza, con un trazado diseñado para los mejores escaladores del pelotón. Por primera vez en mucho tiempo, incluso por encima del recorrido de Innsbruck donde Alejandro Valverde consiguió ganar su heroica medalla de oro, los mejores puestos de la clasificación estaban destinados a corredores que se mostraran fuertes en la montaña, por lo que todo quedaba destinado a los triunfadores de las grandes vueltas.
Alejando Valverde, campeón del mundo de ciclismo en ruta
Sin embargo, la crisis sanitaria obligó a la UCI a cambiar de planes y a buscar una sede alternativa, situando los nuevos campeonatos del mundo en Italia, justo una semana después del Tour de Francia. Tal y como sucediera en el mundial celebrado en Ponferrada en el año 2014, se trata de una prueba que se realizará íntegramente en un circuito de 28,8 kilómetros con salida y llegada en el circuito de Imola.
En la prueba masculina se darán nueve vueltas a dicho circuito, lo que provocará un desgaste acumulado enorme en las piernas de los corredores. El trazado no se adapta totalmente a las características de los escaladores más puros del pelotón ya que las dos subidas existentes en el recorrido serán cortas y explosivas, y no puertos largos donde estos pueden exhibir mejor sus cualidades. Aun así, el recorrido, vuelta tras vuelta, dejará un desnivel acumulado cercano a los 5.000 metros, por lo que será un día verdaderamente extenuante.
La selección española reconoce el trazado
Las dos subidas existentes en el recorrido serán las de Mazzolano y Gallisterna, dos altos cortos y pronunciados que sumarán un total de 5,5 kilómetros de ascensión con una pendiente media en torno al 6,5%, aunque habrá puntos de un desgaste extremo con picos cercanos al 14%. Subidas que sabrán a poco a los grandes escaladores, pero que sin duda marcarán diferencias en las últimas vueltas donde el ritmo será infernal, especialmente tras la enorme cantidad de desnivel acumulado en las piernas de los corredores.
Van Aert contra el poderío esloveno
En un territorio tan extraño, como podría calificarse este circuito creado por la UCI con subidas muy cortas, pero que sumarán un desnivel positivo abismal, será difícil encontrar un tipo de ciclista específico que se adapta a las mil maravillas. Quizás, más que los estilos, se impondrán los estados de forma, y ahí hay varios ciclistas que parten con alguna ventaja.
El primero de ellos, al que todas las apuestas dan como el mayor favorito por sus características, sus capacidades y su estado de forma es Wout Van Aert. El todo terreno belga del Jumbo-Visma es uno de los grandes candidatos al triunfo. Su punto de forma es inmejorable tal y como ha exhibido en el Tour de Francia.
Van Aert en la prueba de contrarreloj de los campeonatos del mundo de ciclismo
Además, llega con moral tras haberse colgado la medalla de plata en la prueba de contrarreloj tras Filippo Ganna y el hecho de que las subidas sean especialmente cortas le beneficia, ya que en puertos más largos habría sufrido más para aguantar con los mejores escaladores.
Además, Van Aert contará con una excelente selección que trabajará para él, pero que también intentará aprovechar alguna otra oportunidad si la carrera se pone difícil para el del Jumbo y existe la opción de coger la escapada ganadora. Corredores como Van Avermaet, Wellens, Benoot, Naesen o Stuyven estarán junto a Van Aert e intentarán llevar el arco iris a casa.
La selección belga reconoce una de las subidas con Van Aert y Van Avermaet
El otro gran favorito en todas las quinielas es el ganador del Tour de Francia. Tal y como dijera a EL ESPAÑOL su Manager General, Joxean Fernández Matxin, un corredor que acaba de ganar el Tour hace tan solo siete días es favorito para ganar también el Mundial. Por lo tanto, es imposible pensar en los grandes favoritos para este mundial de Imola 2020 y no nombrar a Tadej Pogacar.
El joven corredor del UAE será la gran baza del equipo esloveno tras su victoria en Francia. Un corredor de características diferentes a Van Aert, más escalador y adaptado puertos largos, pero con capacidad para rodar en solitario y una explosividad innata que le hacen ser una de las ruedas a seguir también en subidas explosivas.
A pesar de ser un corredor de grandes vueltas, Pogacar también puede rendir en carreras de un día, y el gran estado de forma en el que llega a Italia le hacen ser sin duda el otro gran favorito. Ademas, el joven corredor de 22 años tiene en su mano igualar un registro solo reservado a los más grandes del ciclismo y que tiene como últimos héroes a Greg LeMond y a Eddy Merckx, los más recientes ganadores del Tour y del mundial en una misma temporada, con la particularidad de que Pogacar lo haría con tan solo siete días de diferencia en la semana más mágica que podría vivir un ciclista nunca.
Roglic y Pogacar, paz después de la batalla en el Tour
Y por último, quizás en un segundo escalón, se encuentra Primoz Roglic. El compañero de selección de Pogacar será el otro gran aspirante al título. Después de perder el Tour de Francia el último día ante su compatriota y amigo, seguro que querrá venganza aunque ambos defiendan los colores de Eslovenia. Tal y como se demostró en la última etapa del Tour, la ya histórica contrarreloj con final en La Planche des Belles Filles, Roglic puede llegar ya un tanto pasado de forma, pero su calidad es indiscutible y seguro que intentará estar en la pelea por las medallas para desquitarse de su derrota en París.
Por detrás de este trío de galácticos se podría situar a un conjunto de ciclistas que, a priori, parten con menos opciones de ganar, o bien por sus características, o bien por su estado de forma. Sin embargo, la calidad de todos ellos y lo imprevisible de una carrera tan loca como un mundial, les dará seguro sus opciones. Algunos de estos ciclistas que podrían ser candidatos a dar una cierta sorpresa son el francés Julian Alaphilippe, el holandés Tom Dumoulin, el italiano Vincenzo Nibali, el colombiano Miguel Ángel López, el estadounidense Sepp Kuss, el australiano Richie Porte, el suizo Marc Hirschi, el danés Jakob Fuglsang y el ecuatoriano Richard Carapaz.
Valverde lidera, Mas y Landa sueñan
En cuanto a la selección española de Pascual Momparler, sigue reinando un cierto halo de desilusión por la pérdida de la sede suiza de Aigle-Martigny. Aquel primer recorrido se adaptaba mejor a las condiciones de los corredores nacionales, mucho más escaladores que explosivos, y que en las rampas duras y cortas de Imola podrían sufrir más de la cuenta. Sin embargo, el combinado español parte con una de las mejores selecciones para realizar un gran papel y soñar con las medallas.
Valverde con los colores nacionales
Como siempre, el líder de la selección española será Alejandro Valverde. Sin embargo, por primera vez en muchos años, el murciano no será el líder único e inamovible, ya que su rendimiento este año no ha invitado a tener una fe ciega en sus opciones y puede que haya otros corredores en mejor forma.
Sin embargo, su preparación ha sido progresiva tal y como se ha visto a lo largo de la temporada, y ese punto de crecimiento visto en un Tour donde ha terminado en 12ª posición podría hacer que llegara a Italia con piernas suficientes para pelear por su octava medalla y, quien sabe, si por su segundo oro.
No obstante, España guarda otras dos grandes bazas por si la carrera se pone exigente y 'El Bala' ya no puede estar con los mejores. Enric Mas y Mikel Landa serán los hombres fuertes de Momparler en las subidas. A sus características escaladoras les venía mejor el recorrido suizo, pero su gran estado de forma, visto en el Tour de Francia con el cuarto puesto del de Murgia y el quinto del de Artá, permiten a la hinchada española soñar con un triunfo o al menos estar en la pelea por las medallas con los mejores.
Mikel Landa comparte grupo junto a sus compañeros
Completando el excelente equipo de España estarán el corredor del Movistar Team, y compañero de Valverde y Mas, Marc Soler, el lugarteniente de Mikel Landa en Bahrain Pello Bilbao, el corredor del Astana Luis León Sánchez, el escalador del Cofidis Jesús Herrada y David de la Cruz, compañero de Pogacar en el UAE y que terminó el Tour de Francia a un nivel excelente tras sufrir una fractura de sacro en el inicio de la ronda francesa.