Chris Froome, después de un mal comienzo del Giro de Italia, ha vuelto a renacer con autoridad en la decimocuarta etapa del Giro de Italia disputada entre San Vito al Tagliamento y la cima del Monte Zoncolan. Eso sí, antes de cantar victoria, antes de pasar por la meta, protagonizó la anécdota de la jornada. En plena subida, tuvo que apartar a un espectador vestido de dinosaurio. Se lo encontró, le dio dos manotazos y siguió hacia la cumbre con Simon Yates, que mantiene la maglia rosa, a su lado.



El británico, con un ataque a 4’3 kilómetros de meta, volvió a dar una exhibición en el Zoncolan, donde alzó los brazos en solitario con un tiempo de cinco horas, 25 minutos y 30 segundos tras un duelo espectacular con Yates, que cruzó la meta a 6 segundos, siendo vencedor moral de esta decimotercera etapa. Tras ellos pasaron la meta: Pozzovivo, Miguel Ángel López y Domoulin.



Tras esta etapa, el Giro de Italia afronta este domingo su decimoquinta etapa entre Tomezzo y Sappada, de 175 kilómetros. Y con dos cosas claras: Simon Yates no va a renunciar a la ‘maglia’ rosa y Chris Froome, que participa en la ronda italiana después de dar positivo por Salbutamol, está de vuelta. Ha resucitado. La mejor noticia posible para el espectador a día de hoy.

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