El Juzgado de Instrucción número 2 de Gandía (Valencia), en funciones de guardia, ha ordenado prisión provisional comunicada y sin fianza para la mujer que arrolló con su coche a un pelotón de ciclistas, y provocó la muerte de dos de ellos y heridas de diversa consideración a otros tres. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), el juez imputa a la conductora dos delitos de homicidio imprudente, tres delitos de lesiones por imprudencia grave y un delito contra la seguridad vial.

Los hechos sucedieron a primera hora del domingo, en la carretera N-332 a la altura del término municipal valenciano de Oliva, cuando la investigada embistió con su coche a un pelotón de seis ciclistas que circulaba por la misma vía. A consecuencia del impacto, dos de los ciclistas fallecieron en el acto, mientras que los otros tres que resultaron heridos fueron trasladados a diversos centros hospitalarios y se encuentran graves.

La conductora tiene antecedentes policiales por alcoholemia y drogas, según ha informado el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues. Ha explicado que el accidente se produjo cuando la mujer, de 28 años y que dio positivo en el control de alcoholemia y drogas, invadió el carril contrario de la N-332 entre Oliva y Denia, y arrolló de frente a un pelotón de seis ciclistas de Jávea.

Prisión provisional y sin fianza para la conductora de Oliva

Moragues ha afirmado que hubo "un cambio de carril por parte de la conductora", que circulaba en sentido contrario al de los ciclistas, lo que lleva a pensar que pudo ser "una distracción o bien se durmió al volante", aunque la causa del siniestro, ha insistido, es "la ingesta de alcohol y drogas".

Ha advertido que "alcohol y drogas al volante son un cóctel explosivo y un arma letal", ya que se pierden reflejos, la conducción se hace más impetuosa, se tiene una sensación de riesgo diferente a la realidad y la peligrosidad aumenta". Además, ha lamentado que ninguno de los tres controles que había alrededor de la zona del accidente la detectara.

El delegado del Gobierno, quien tampoco ha querido precisar la tasa de alcohol que dio la conductora, ha señalado que durante 2016 la Guardia Civil ha realizado 525.000 controles de alcoholemia, y algo más de 2.000 acabaron con el inicio de un proceso penal por superar el límite máximo de alcohol permitido. Ha afirmado que estos controles son preventivos y no recaudatorios, ya que lo que se busca es que la gente que conduce "no ponga en peligro a los demás".

"Cuando consumes alcohol y drogas, la peligrosidad aumenta y pones en peligro la vida de otras personas", ha destacado Moragues, quien ha insistido en que "alcohol y drogas son incompatibles con la conducción" y ha pedido a la sociedad que sea "muy consciente" de los peligros que conlleva.