Revolución en la NBA. El boicot de los Milwaukee Bucks en los playoffs parece ser solo el comienzo del alzamiento de los jugadores y los equipos de la liga. Tras tener que suspender la jornada de este miércoles, la realidad es todavía peor: la amenaza de cancelar la temporada y dejar sin campeón la competición es real. Los jugadores de la NBA se han hartado del racismo en Estados Unidos y se plantan.

En la burbuja de Orlando, este miércoles se produjo una reunión de urgencia tras el boicot de los Bucks. Los equipos ya discuten la opción de salir de Florida y marcharse a casa, dando por concluida la temporada. Es decir, que este conflicto podría traducirse en algo mucho más grave que la cancelación de una o varias jornadas -al presuponerse que este jueves tampoco habrá partidos-.

En la reunión, los veteranos Chris Paul y Andre Iguodala fueron los encargados de presidirla. Sin embargo, fueron muchos los jugadores que tomaron la palabra. Entre ellos, LeBron James, que antes en redes sociales estalló: "Demandamos un cambio. Enfermo de esto", decía. Según Shams Charania, la estrella de Los Angeles Lakers pidió en el encuentro más acción y participación de los propietarios, que se reúnen este jueves.

La actuación de LeBron no acabó ahí. Solo los jugadores de Lakers y Clippers, los dos equipos de Los Ángeles, votaron a favor de dar por terminada la temporada. El resto votaron seguir jugando. Aquello enfadó a LeBron, que abandonó la reunión seguido de los jugadores de los Lakers y los Clippers.

El boicot de los Bucks

La NBA anunció el aplazamiento de los tres partidos de primera ronda de los playoffs, programados para este miércoles, después de que los Bucks de Milwaukee decidieran no jugar el quinto de su serie ante los Orlando Magic en protesta por los incidentes ocurridos en Wisconsin.

"Estamos cansados de los asesinatos y la injusticia", declaró el escolta de los Bucks, George Hill, al canal de televisión ESPN al explicar la decisión de su equipo.

Los Bucks, que debían jugar este miércoles contra los Magic en el AdventHealth Arena, dentro de la 'burbuja' de la NBA en el Walt Disney World Resort, se negaron a salir de su vestuario antes del partido.

Cuando llegó el momento de que el equipo tomara la palabra alrededor de 15 minutos antes del inicio, como es habitual en un juego de la NBA, solo los jugadores de Orlando, así como los árbitros, lo hicieron.

Los siete disparos a Jacob Blake

El boicot de los Bucks se produjo en protesta por lo ocurrido en la localidad de Kenosha (Wisconsin), donde el domingo pasado un policía disparó siete veces en la espalda al afroamericano Jacob Blake, de 29 años.

Blake recibió los disparos cuando intentaba entrar por la puerta del lado del conductor de su vehículo, en el que se encontraban tres de sus hijos. Blake permanece grave en un hospital y podría quedar parapléjico. El vídeo del tiroteo se distribuyó en las redes sociales y ha levantado una segunda ola de protestas tras el asesinato de George Floyd.

Durante las protestas desatadas por ese incidente, en la noche del martes se produjeron disturbios que saldaron con dos muertos y un herido, hechos por los que ha sido detenido un joven de 17 años.

[Más información: El deporte estadounidense se une al boicot de la NBA y se planta ante el racismo]

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