No son favoritos, nadie lo es ante la apisonadora de los Warriors, pero los Spurs de Gasol merecen el beneficio de la duda tras haber llegado a la final de la Conferencia Oeste, que arranca este domingo (21.30 horas), enseñando una resiliencia propia de campeones.



En la serie previa ante Houston Rockets cedieron el factor pista en el primer partido, en una estruendosa derrota en casa por 27 puntos. Para colmo, en el segundo perdieron a su base titular, Tony Parker, baja para el resto de playoffs por una rotura de ligamentos en el cuádriceps.



Nadie daba un duro por los 'viejos' Spurs pero se levantaron de nuevo, ganando cuatro de los cinco siguientes, incluida una exhibición de baloncesto en el sexto que cerraba el 'derbi' tejano, con 51 canastas anotadas.

Pau Gasol tira a canasta.



Las medias de Gasol, 7 puntos y 7 rebotes en playoffs, ya no son las de una gran estrella (tampoco el sistema de San Antonio lo propicia), pero no toda su contribución aparece en la estadística, como recuerda su entrenador. "Dominó bajo los tableros y pasó el balón como nadie", recalcó Popovich tras la serie ante Houston.



Haya o no machada de los Spurs, para Pau el regreso a una final de Conferencia ha supuesto ya un triunfo personal, volver a competir con los mejores, el objetivo con el que salió en verano del polvorín de Chicago. "Llegué a San Antonio para luchar por el título", ha recordado esta semana.

LOS WARRIORS "JUEGAN OTRA LIGA"



La exhibición de los Spurs en ese sexto partido tuvo el mérito añadido de las bajas por lesión, no solo la de Parker, también la del jugador franquicia, Kawhi Leonard, con un esguince de tobillo.



Se espera que pueda disputar el primer partido de la final de Conferencia, aunque lo hará mermado, otro ingrediente al más difícil todavía de la serie ante los Warriors, que todavía no han perdido un solo encuentro en estos playoffs.



"Veo los partidos de Golden State por diversión, hay que admitir que juegan otra liga", reconoció Popovich hace cuatro meses. El equipo de la bahía de Oakland cuenta con la que quizá es la batería exterior más potente jamás reunida en la NBA (Curry, Thompson y Durant), además de con el factor pista, tras firmar el mejor balance de toda la liga en la fase regular, 67-15.



Los Warriors, que han dejado en la cuneta a Portland y Utah, han recuperado para playoffs a Kevin Durant, tras mes y medio de baja, que ha regresado en el mismo punto donde lo dejó, promediando en las eliminatorias 23 puntos con un 52% de campo.

Pau Gasol junto a Popovich. Reuters



En realidad la única ausencia de Golden State es la de su entrenador, Steve Kerr, que ha pasado por el quirófano por problemas en la espalda y no tiene fecha de regreso. Dirige el equipo en su ausencia Mike Brown, que coincidió con Gasol en los Lakers en la 2011-12 y para el que siempre ha tenido buenas palabras: "Es un profesional y un campeón, nunca ha sido un gran atleta pero es lo suficientemente listo y habilidoso".



Golden State no es solo favorito en la serie ante San Antonio sino al anillo, con permiso de Lebron James, que ha vuelto a sacar 'la escoba', subiendo sus medias en playoffs de 26 a 35 puntos por partido. Sus Cavaliers asustan tras barrer a los Indiana Pacers y a los Toronto Raptors de Ibaka.



Las opciones de machada de los Spurs ante los Warriors pasan en parte por Manu Ginóbili, clave en la eliminatoria ante Houston, en la que dio un paso al frente ante la baja de Parker. Suyo fue el tapón a James Harden que decidió el quinto partido.



Esta final de conferencia puede ser su 'último tango', cumple 40 en julio y baraja la retirada a final de curso, aunque todavía no ha anunciado una decisión firme. "Verlo a su edad jugar como lo hizo cuando más lo necesitaba el equipo, con las bajas que teníamos, es digno de disfrutar, tengo suerte de haberlo vivido como compañero", confesó Gasol sobre el argentino.

Pau Gasol celebra el pase a la final de la Conferencia Oeste de la NBA. Reuters

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