Vitoria

Los grandes jugadores se crecen en los escenarios más exigentes. Es inevitable, y da igual que el 'crack' en cuestión lleve despuntando toda la temporada. Cuando los títulos asoman, los referentes de un equipo brillan todavía más. Para muestra, la última exhibición de Shane Larkin, nuevo base titular del Baskonia y uno de los principales culpables de la enésima reinvención vitoriana. Cuando un jugador está “extraordinario” y “sintetiza todas sus virtudes” durante una eliminatoria, en palabras de José Luis Llorente, 26 puntos y ocho asistencias (ante el Iberostar Tenerife) son mucho más que meros números. Resultan todo un cántico proMVP copero.

Y, a la vez, una gran amenaza para el Real Madrid este sábado, ya en las semifinales del torneo del KO (18:30, #0). ¿Quién mejor para analizar a Larkin que tres bases de pura cepa como él? De ahí que EL ESPAÑOL haya hablado con el ya mencionado Llorente, Juan Antonio Corbalán y Carmelo Cabrera, todos ellos directores de juego legendarios vistiendo la zamarra madridista. Con sus palabras, les quedará aún más claro por qué el ex de Dallas Mavericks, New York Knicks y Brooklyn Nets, cantera NBA, es uno de los mejores exponentes de este Baskonia.

Muchas fortalezas

Carmelo Cabrera, un 'uno' tan descarado y amante del riesgo como Larkin en sus buenos tiempos, es un gran admirador de la estrella baskonista. “Es un espectáculo con el metro ochenta que mide. Un base muy explosivo, con unas manos muy rápidas y una gran visión de juego. Sabe meter muy bien el cuerpo. Tiene un cambio de ritmo y una terminación en las entradas que le permiten paliar su falta de altura para que no le puedan taponar”, nos cuenta.

También le tiene enamorado su defensa: “Es muy listo en la anticipación. Roba muchos balones, sobre todo en las ayudas. Domina muy bien la pelota con las dos manos, bota muy rápido y bajo y da muchas asistencias”. Fácil comprender por qué Cabrera le considera tan “completo”, añadiendo a la ecuación “liderazgo”, “confianza” y “responsabilidad”, a la par que su condición de “gran tirador”, en especial desde el triple. Además, “no da ningún balón por perdido”.

Shane Larkin penetra a canasta ante el Iberostar Tenerife. Carlos Bernabé

Para Corbalán, Larkin “tiene un dominio de los fundamentos fantástico y una verticalidad tremenda, con una capacidad de orientación muy importante”. Su sensación es que “es un chaval que ha aprendido en la calle, muy autodidacta e individualista”, pero “un jugadorazo como la copa de un pino”. “Tiene una capacidad de anotación enorme. No tanto por el tiro (no se le da mal) como por la capacidad de penetración, salto… Destacan sus cualidades atléticas, aunque no sea muy alto. Es el típico base que ha jugado de todo desde que era niño”, concluye.

Por su parte, 'Joe' Llorente considera que Larkin casa a las mil maravillas con la idiosincrasia reciente de su equipo. “Tiene el alma del Baskonia de los últimos años: jugar rápido, contraataque, con jugadores fuertes físicamente”, reconoce, comparándole con Elmer Bennett y Darius Adams, otros bases estadounidenses que dejaron un grato recuerdo en Vitoria. “Teniendo en cuenta que están en construcción y hay mucha gente nueva, tiene mucho mérito lo que está haciendo el Baskonia”, añade.

Cabrera aprovecha para resaltar otro aspecto interesante de Larkin. “Practica las 'bombas' que aquí inventó Navarro. Me acuerdo de ver a John Lucas haciéndolas en Maryland en los años 70”, recuerda. De paso, nos acerca una 'batallita' curiosa al hilo del tiro bombeado: “Los tableros no estaban homologados en España y, cuando íbamos a Italia con el Madrid, eran muy duros. El nuestro estaba partido por la mitad: podías tirar, amortiguaba mucho el bote. Pedro Ferrándiz, después de una Copa Intercontinental, nos prohibió tirar al tablero. Teníamos que hacerlo siempre al aro. Se le pasó la fiebre a los tres días”, ríe.

¿Puntos débiles?

“El hándicap que más puede tener Larkin es el poste bajo. Es muy rápido en el perímetro, por fuera, pero por dentro le puedes ganar la partida. Es rápido, salta, llega, pero ese es su punto débil, sobre todo para defender a un base mucho más alto que él”, nos desvela Cabrera. De hecho, el canario espera con muchas ganas el emparejamiento entre el yankee y Luka Doncic. “Si les toca defenderse mutuamente, es un duelo para tenerlo en cuenta y grabarlo”, anhela.

Al final, las bondades del base titular del Baskonia acaban imponiéndose sobre sus posibles defectos. “Es un base con desparpajo, rápido, que arriesga, que juega mucho uno contra uno, con ingenio… Tiene mucha chispa. Es un jugador a parar, marca el ritmo de juego. Puede darle la vuelta al partido y ganarlo”, resalta Cabrera.

A Llorente también le cuesta encontrarle debilidades a Larkin. De hecho, llega a confesarnos que no le ve muchas, aunque finalmente se decanta por una: “A veces se precipita un poco y hay otros jugadores que leen mejor el partido”. Eso sí, no deja pasar la oportunidad de aclarar que el dorsal 0 del Baskonia “es un jugador muy sólido”.

Corbalán aprovecha para reseñar la buena compenetración entre el jugador de Cincinnati y su acompañante en la dirección de juego baskonista, el francés Rodrigue Beaubois. “Se apoya muy bien en él, buen tirador y base más ortodoxo. Entre los dos saben llevar al Baskonia perfectamente, aportando no sólo el 'tempo' y el control del partido, sino anotando un montón de puntos”, reflexiona.

Larkin intenta zafarse de la defensa tinerfeña. Carlos Bernabé

Así podría pararle el Madrid

“Si le defiende alguien alto, hay que invitarle a tirar para que no se sienta cómodo. Él gana muy rápido en el uno contra uno, pero si le flotas le pasa un poco, salvando las distancias, como a Bo McCalebb. Quizá él es el mejor penetrador que hay, pero luego no tira bien de fuera”, opina Carmelo Cabrera.

“Larkin sí que tiene buen tiro y buenos porcentajes, pero con alguien como Doncic punteándole el lanzamiento… Hay que invitarle más a tirar que a penetrar y que pueda doblar el balón. Tira muy bien, pero sobre todo cuando tiene tiempo, cuando está cómodo para tirar, está solo o hay una descompensación en la defensa”, apunta después.

Llorente va en la misma línea. “Cuando tiene un gran base en contra, el Madrid le va echando un jugador detrás de otro para que no coja el ritmo. Es lo que hizo un poco contra Albicy, del Andorra. A veces, Laso opta por poner a Taylor o a jugadores altos, incluso a Maciulis y Carroll, sobre los bases”, destaca.

“El Baskonia es un equipo muy peligroso corriendo, de ritmo. Hay que intentar que no juegue cómodo, que suelte el balón y no corra. A campo abierto y con espacios, Larkin es muy peligroso. También cargar el rebote ofensivo, que no reciba fácil para correr… Lo que hizo el Andorra contra el Madrid, no dejarle jugar cómodo, es lo que deberían hacer los de Laso este sábado”, añade el también ex de CAI Zaragoza y, precisamente, Andorra.

Larkin y Davin White en los cuartos de final coperos. Carlos Bernabé

Corbalán cierra nuestro análisis proponiendo dos tácticas, no sin antes dejar claro que hay que olvidarse de lo “especiales” que son jugadores como Larkin y no “obsesionarse con él en todo el campo”. La primera opción es “echarle muchos jugadores para presionarle, fatigarle desde el principio, acortarle los 24 segundos de posesión y que tenga que trabajar mucho para subir el balón”. La segunda, “taparle con un jugador normal, incluso dándole opciones de tiro”.

La variante inicial significa “presionarle mucho” y “casi condenar al defensor a una pelea muy ingrata, terriblemente dura y muy posiblemente con muy poco efecto, porque tiene un dominio del balón enorme”. La segunda, “esperarle en el centro del campo y dejarle que dé el primer paso, meterte con él cara a cara para que no vuelva a pasar el balón”. Pero, como el baloncesto no es ninguna ciencia exacta, habrá que esperar a que sea la pista del Buesa Arena la que dicte sentencia sobre Shane Larkin, su Baskonia y el Real Madrid.

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