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Los Lakers han vuelto a dar un golpe de efecto en el mercado NBA. Después de protagonizar uno de los traspasos más importantes de los últimos tiempos con la llegada de Luka Doncic, el último en llegar ha sido el prometedor pívot Mark Williams. Un fichaje que deja clara la intención de los angelinos de luchar esta misma temporada por el anillo.

Para su fichaje, los Lakers han perdido a cambio a Dalton Knecht, Cam Reddish, una primera ronda del draft y un 'swap' (intercambio).

Williams, procedente de los Charlotte Hornets, es considerado como uno de los jugadores interiores más prometedores de la NBA. Tan solo tiene 23 años y su tercera temporada en la liga está siendo la de su confirmación.