El secreto a voces de la retirada de Pau Gasol (Barcelona, 1980) se hizo oficial el 5 de octubre de 2021. El pívot catalán, ya con la temporada nacional comenzada y después de varios meses de reflexión y desconexión absoluta, confirmaba que no iba a volver a jugar. Un paso atrás ya previsto desde hace tiempo, pero que consumaba el cierre de una etapa histórica en el baloncesto patrio. Poco antes, tras la eliminación de España en los Juegos Olímpicos de Tokio, se había derribado el tabú de la retirada.

La marcha del veterano pívot puso fin a un proyecto. Antes ya se habían retirado algunos de los grandes referentes del baloncesto patrio. Felipe Reyes ya era historia, al igual que otros veteranos como Raúl López, Álex Mumbrú, Juan Carlos Navarro o un Calderón que ahora ejerce como defensor de los jugadores de la NBA en su sindicato. Sin embargo, lo que representaba el de Sant Boi era completamente inigualable y, además, era muy sintomático. Tras él llegaron otras retiradas que consumaron el final de la generación de oro.

La imagen final dada no fue la mejor. España apuntaba maneras en Tokio, pero un mal duelo ante Eslovenia condenó a la Selección al cruce temprano con Estados Unidos y, con ello, a la eliminación en cuartos de final sin poder pelear ni por las medallas. Un traspié definitivo, pero que no ha hecho más que reforzar el valor del legado Gasol, que entre otros triunfos consiguió un Mundial -España sumó otro más-, tres Eurobasket y dos platas y un bronce olímpico entre otros.

Pau Gasol, emocionado durante el acto de anuncio de su retirada del baloncesto REUTERS

El guía del adiós

El paso atrás de Pau Gasol de la Selección, y que sería un anticipo de lo que diría posteriormente en octubre, se produjo en agosto. Una decisión que él mismo había adelantado y para la que se llevaba preparando más de un año. Porque, para entender su adiós, habría que remontarse al 2019. Pau Gasol era jugador NBA y se enfrentaba a una lesión más en su carrera. Un problema físico que, en esta ocasión, le empujó al fin de su etapa como profesional.

Los problemas de Pau en el hueso navicular del pie izquierdo le apartaron de los Bucks. Luego fue traspasado a los Blazers, pero no pudo debutar. Y, a la vista de que no llegaba a tiempo para jugar, llegó a un acuerdo para ser cortado. Pau se encontró con una recuperación física complicada que, además, se vería perjudicada por las restricciones sanitarias por culpa de la Covid-19. Un proceso que se eternizó y que podía condenarle a no volver a aparecer como jugador. El aplazamiento de los JJOO en 2020 le benefició y, finalmente, en 2021 confirmó la noticia más esperada: estaba en condiciones de volver a jugar.

Marc Gasol, con la selección de España AFP7 / Europa Press

Gasol firmó un contrato mínimo con el Barça con el objetivo de llegar en forma a la Selección y a Tokio -ya en 2021-. El club catalán le incorporó paulatinamente y Gasol volvió a lucir un gran rendimiento. Tanto que consiguió ganar el título de la Liga Endesa hasta el punto de dejar abierta la posibilidad de no retirarse. Una idea que, a la vista del resultado final y del tropiezo en los Juegos, no acabó de fraguarse.

Pau aseguró, tras caer ante Estados Unidos, que era la hora de dejar paso a la nueva generación. Y, tras su anuncio, llegó por sorpresa el de su hermano Marc. La revolución -y renovación obligada- había comenzado. En los días posteriores se sumó la de Sergio Rodríguez, otra de las grandes estrellas del equipo nacional. Rudy Fernández, con 36 años, es el único de los principales veteranos que no ha detallado una retirada próxima de la Selección. Está en buena forma, lidera con el Real Madrid y ha reducido el impacto de las lesiones, por lo que hacer historia con España y acudir a sus sextos Juegos en París 2024 es una opción.

Una nueva generación

El nivel del baloncesto español, al igual que en el fútbol, se mide por el rendimiento y la imagen de la selección nacional. En el caso del conjunto entrenado por Sergio Scariolo, los éxitos han sido constantes durante los últimos años. Y, a pesar del cambio de seleccionadores o de la variación de algunos de los jugadores, el núcleo duro siempre aseguró una constante obtención de triunfos que han permitido a España estar en la élite mundial. Por ello, con la retirada de Pau Gasol y el movimiento del resto de veteranos, la incógnita se adueñó del futuro de la Selección.

El equipo nacional, con el golpe de Tokio, se enfrentaba y se enfrentaba a una renovación necesaria. Y lo hace, además, con el sector alertando de la caída de presencia de jugadores jóvenes españoles en Liga Endesa y LEB Oro, las dos primeras competiciones de baloncesto masculino de toda España. La apuesta por canteranos españoles es cada vez menor y la Selección, con este escenario, deberá armar una nueva armada que pueda mantener la imagen más similar posible a la última generación de oro. Por el momento, el salto a la NBA de jóvenes como Garuba y Aldama, el paso al frente de Ricky Rubio o el optimismo con los hermanos Hernangómez dan motivos para creer.

Ricky Rubio, durante el España - Estados Unidos de los Juegos Olímpicos REUTERS

Además, la nueva generación también podrá ir formándose gracias a las conocidas como ventanas FIBA. Los partidos de clasificación en plena temporada, debido a la guerra con Euroliga, ha permitido que jugadores de clubes más allá de Real Madrid, Barcelona y Baskonia puedan competir con el equipo nacional. Y, con esta oportunidad, ya han surgido nombres como López-Arostegui, ya completamente preparado, o jóvenes como Joel Parra y Jaime Pradilla, dispuestos a ser algunas de las sorpresas del futuro más cercano del baloncesto español.

Pau Gasol pudo quitar una piedra del castillo de oro construido por las estrellas del baloncesto español. Sin embargo, esa retirada puede ser el detonante del nacimiento de un nuevo proyecto que permita a España seguir como segunda mejor selección del planeta solo por detrás de los Estados Unidos.