Quedan apenas diez días para que se inicie de manera oficial la temporada en la NBA y ya se empieza a palpar la tensión. En el encuentro amistoso de esta pasada madrugrada entre Cavaliers y Celtics en el Quicken Loans Arena (Cleveland), terminó con un antideportivo altercado entre dos jugadores.

Cuando quedaban tan solo tres minutos para el final del partido, en la pugna por el rebote, el alero de los Cavaliers se quedó enganchado al brazo de Aaron Baynes. Tras desenredarse, J.R. Smith profirió un fuerte empujón al australiano y se desató el caos en la cancha. Marcus Smart corrió sin pensarlo en dirección a su rival para enzarzarse con el escolta.

Aunque, antes de que pudiera alcanzarle, entre Jayson Tatum y Terry Rozier pudieron agarrarlo y alejarle. El trío de los Celtics terminó en el suelo, mientras el jugador de Cleveland se iba sonriendo, aplaudiendo y haciendo gestos con la mano de que hablaba demasiado y no le importaba lo que dijera.

El rifirrafe finalizó con Smart expulsado a tres minutos de que se pitara el final. "Estoy bien conmigo. No estoy preocupado. Hice lo que hice. Cualesquiera que sean las consecuencias que vengan", comentó tras el partido en el cual ganaron los Cavaliers por 113-102. Además, afirmaba que: "Le dije que fuera a la parte de atrás. ¿Todo esto en la cancha? Podemos manejarlo fuera". 

Smith tampoco quiso quedarse callado. "Tu entrenador te dijo que tenías que jugar y estabas frustrado, y luego intentas eliminarlo con otra persona. Al final del día no voy a quedarme aquí y perder dinero por intentar luchar con Smart. No voy a perder dinero por mi tatuaje, ¿por qué lo haría?", señalaba. No obstante, este prosiguió la guerra mediante las redes sociales, donde escribió: "¡Encuéntrame en la maldita parte trasera de la calle! JR sabe dónde estoy. Todos saben dónde estoy. Es lo que es".

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