De momento, al Real Madrid parece sentarle bien jugar un partido por semana. Triunfó ante el Barça en el Clásico liguero de la semana pasada y, sin necesidad de grandes alardes, superó con comodidad al Obradoiro en el Palacio de los Deportes este domingo (111-81). Así, los hombres de Pablo Laso llevan más de un mes sin conocer la derrota en la Liga Endesa, ya única competición en liza esta temporada. Y con el único objetivo de intentar mejorar su actual tercera plaza liguera de cara a los playoffs por el título.

Se esperaba mayor 'punch' del Obradoiro, necesitado de victorias con urgencia para eludir el descenso a la LEB Oro. Sin embargo, el equipo de Moncho Fernández sólo opuso resistencia durante los primeros minutos del encuentro. Después, la solidez de Ayón y del metamorfoseado Thompkins bajo tableros dejó sin respuesta al conjunto gallego. Tampoco la hubo para los triples de un desatado Llull antes del descanso (15 puntos en 10 minutos, todos los que anotó en el encuentro).

Una vez más, el tiro exterior otorgó una superioridad capital al Madrid. Aunque los blancos hicieron honor a su reciente costumbre de empezar los partidos sin acierto desde el perímetro, acabaron cogiéndole el tranquillo al 6.75. A ello también contribuyó Jaycee Carroll (17 puntos), con la muñeca caliente en las últimas fechas.

Para seguir reivindicando a los secundarios blancos, más deslucidos de un tiempo a esta parte, reapareció en escena Andrés Nocioni. Su garra habitual, aderezada con puntos (11), sirvió para animar el cotarro en una segunda parte que ya no tuvo ninguna historia. El Madrid se permitió el lujo de echar el freno de mano y el Obradoiro mostró alguna bondad más, pero sin posibilidad de soñar con la remontada en ningún momento. Fue la ocasión para que brillasen Felipe Reyes y Luka Doncic, otros jugadores menos sobresalientes últimamente.

La auténtica clave para que los locales disfrutasen de una jornada de domingo más que plácida fue la defensa que tan bien funcionó en los minutos iniciales. Así se explica que el Madrid pudiese correr y encontrar posiciones de tiro cómodas desde lejos. La concentración de Ayón atrás fue digna de mención, robando hasta tres balones y capturando nueve rebotes. Tan cómodo se sintió el pívot mexicano en su faceta de hombre multiusos que hasta ratificó que no se le da nada mal pasar el balón (seis asistencias). Por algo se le compara con Sabonis en el imaginario colectivo de la hinchada madridista.

La parroquia blanca todavía tiene muy presente a uno de los canteranos más sobresalientes de las últimas camadas, Santi Yusta. Precisamente, el mejor jugador del Obradoiro en su visita al Barclaycard Center (18 puntos). El interior Aleks Maric y los tiradores Eimantas Bendzius y Tyler Haws también sobresalieron intentando cambiar la suerte de su equipo, pero sin éxito. Los aficionados gallegos desplazados hasta la capital se consolaron acordándose del Fenerbahçe en sus cánticos ya hacia el final del encuentro. Definitivamente, no era el día para sorprender al Madrid.

Laso y los suyos ya han hecho sus deberes, igualando al Valencia Basket en la segunda plaza tras la derrota de los valencianos ante el UCAM Murcia (80-62). Incluso el Barça está todavía al alcance de la mano. De momento, bastante ha hecho el Madrid haciendo honor a la paradoja del uno de mayo, Día del Trabajador: rendir, y bien, con festivos de por medio.

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