El estado de las obras del nuevo Camp Nou continúa generando debate.
Ignacio Morente, arquitecto, ha lanzado una dura advertencia sobre el avance de los trabajos y las condiciones del estadio. "Para mí, esta temporada no se debe jugar en este estadio", asegura en su canal 'Mi Espacio Vital'.
Según su análisis, el recinto del FC Barcelona está aún lejos de poder acoger partidos con normalidad, y la seguridad de los asistentes sigue pendiendo de un hilo.
El Camp Nou, lejos de volver
El arquitecto, que lleva semanas siguiendo la evolución de las obras, considera que el proyecto no avanza al ritmo que se comunica oficialmente.
"Es un auténtico desastre cómo se está gestionando todo esto y las expectativas que se les está generando a la gente", afirma.
A su juicio, el mensaje que trasladan las autoridades y el club no se corresponde con la realidad técnica del estadio.
En las últimas semanas, tanto el presidente del Barça, Joan Laporta, como el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, han ofrecido declaraciones sobre el tema.
Laporta fue optimista: "El estadio está acabado y preparado para jugar. Pronto volveremos a casa",
Sin embargo, Collboni fue más prudente: "Nuestra prioridad como ayuntamiento es garantizar la seguridad de los seguidores que entrarán al campo. Mientras los bomberos o la Guardia Urbana no den todas las autorizaciones necesarias, no se puede dar la primera ocupación".
Ignacio Morente considera que ambos discursos reflejan visiones opuestas: "Uno está diciendo blanco y el otro está diciendo negro".
Para él, el estadio aún se encuentra en una fase intermedia de su construcción: "Si lo pensamos fríamente, el campo está al 50% de su construcción. O al 60. O al 30... ¿De verdad creéis que está al 100%? No hace falta ser arquitecto para saberlo".
Más allá del avance de las gradas o del césped, el especialista destaca que los accesos y las medidas de seguridad son elementos esenciales que aún no están resueltos.
"Me parece perfecto que las gradas estén colocadas y que el césped esté perfecto, pero tú no puedes ubicar a 20.000 personas allí dentro con una grúa y volverlas a sacar", explica.
"Tienen que acceder y no hay nada más importante que los accesos a este tipo de infraestructuras", añade.
También advierte que jugar partidos durante el proceso de obra podría tener consecuencias graves: "Si el Barça tuviera que jugar en este estadio, sería un lío absoluto tanto para la gente que está trabajando dentro como para la dirección de obra".
Por eso, recomienda mantener la paciencia y priorizar la finalización segura del proyecto antes de reabrir el Camp Nou al público.
"El alcalde tiene razón cuando dice que no se puede dar la primera ocupación si no se cumplen las medidas de seguridad. En cualquier otro proyecto, si no cumples todos los condicionantes, no te dan la licencia", señala.
Para el arquitecto, la presión económica del club podría acelerar decisiones arriesgadas:
"Seguramente, esta temporada, a efectos reales, no se podrá jugar en el Camp Nou con normalidad. Que a lo mejor dentro de unos meses quieran hacerlo porque la economía les aprieta me parece perfecto, pero habría que ser un poco más consecuente", advierte.
El profesional concluye con una advertencia clara: "La realidad es la que es: en el campo del Barça, a día de hoy, no se puede jugar, y dentro de unos meses, en unas condiciones normales, tampoco se podrá".
