Oviedo

40 euros por una entrada y un viaje en autobús de cerca de cuatro horas entre dos ciudades distanciadas por apenas 30 kilómetros. El dispositivo de seguridad dispuesto para el derbi asturiano que disputan el Sporting de Gijón y el Real Oviedo este sábado a las 16:15 sonroja al Principado y enfada a la afición azul. 

La hinchada carbayona, que el año pasado no estuvo en El Molinón tras la negativa del club gijonés a mandar entradas, vuelve a la carretera enfrentando unas condiciones "impuestas" desde la Delegación del Gobierno y que, según denuncia la Asociación de Peñas Azules del Real Oviedo (Aparo), rozan la "ilegalidad".

Al hecho de que los aficionados deban personarse en el parking del Carlos Tartiere de Oviedo para emprender su viaje a Gijón a las 12:30 de la mañana -esto es casi cuatro horas antes del partido- se suma el hecho de que, si llevan bocadillo, deberán comerlo dentro del autobús, ya que no podrán desembarcar en el municipal gijonés con su comida. "La medida es vergonzosa y carente de respaldo legal", detalla la Aparo. 

El viaje de ida a Gijón, según lo planificado por la Policía Nacional, debería concluir a las 14:15, sin embargo, atendiendo a los precedentes de años anteriores, son varias las fuentes cercanas a la organización del desplazamiento que señalan a EL ESPAÑOL que "parece muy difícil" que se pueda haber desembarcado a 1.000 oviedistas en el estadio rival para esa hora. En este sentido, matizan que, con cierta prudencia, a las 14:30 estarán todos dentro del campo. 

Es decir, aproximadamente dos horas -más de lo que dura un partido de fútbol- para recorrer un trayecto que, diariamente, los autobuses realizan en apenas 30 minutos. 

Una vez dentro del estadio, deberán esperar cerca de 90 minutos -lo que dura un partido de fútbol- a que este comience. "Si se compara con desplazamientos de antaño, donde se contaba con menos dotación policial y el control era más complejo (los aficionados recorrían a pie la ciudad rival), había una hora menos de tiempo", denuncian las peñas del Fondo Norte del Real Oviedo. 

La vestimenta que luzcan los oviedistas también deberá seguir cierto decoro. Sí se podrá acceder a la zona visitante con la camiseta del Real Oviedo, pero no se podrá portar ningún símbolo o emblema del grupo de animación del club. "Un año más, el derbi asturiano sirve de excusa para cometer vulneraciones de derechos fundamentales a la afición visitante", denuncia la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español (Fasfe). 

Al término del encuentro, los aficionados azules deberán esperar al desalojo de las inmediaciones de El Molinón, lo que en algunos casos puede suponer una demora cercana a una hora. Por tanto, si a todos los tiempos ya citados sumamos el viaje de vuelta -algo más corto, apuntan- el total entre carretera, identificaciones y cacheos asciende a cerca de cuatro horas. 

De los 1.000 aficionados del Real Oviedo que estarán en Gijón, cerca de 830 -800 peñistas y 30 invitados de cortesía del club- viajarán siguiendo esta modalidad de desplazamiento. Los otros 170 podrán ir a Gijón como crean oportuno, aunque deberán de personarse en un punto de encuentro cercano al estadio rojiblanco entre las 12:30 y las 13:30. Una vez allí, serán acompañados a El Molinón. 

Las condiciones expuestas se suceden desde que el derbi se volviese a disputar con regularidad hace seis años. Las medidas provocaron en el pasado que los aficionados del Sporting de Gijón renunciasen a acudir al Carlos Tartiere. Por el momento, los hinchas del conjunto de la capital del Principado seguirán viajando, aunque remarcan que, de mantenerse estos tiempos, un partido "envidiable" terminará por convertirse en "uno más".