El campeonato nacional de liga comenzará el viernes 16 de agosto con el partido Athletic-Barcelona, a las 21.00 horas. Éste es el resultado inminente de la decisión tomada por el juez de lo mercantil Andrés Sánchez Magro, cuya dimensión más relevante en que, provisionalmente, habrá partidos los viernes y no sólo los fines de semana. El juez, no obstante, no ha aceptado que se juegue también los lunes

Provisionalmente significa que la decisión se mantendrá hasta que el magistrado dicte sentencia sobre la demanda que LaLiga ha promovido contra el rechazo por parte de la jueza única de competición de la Real Federación Española de Fútbol, Carmen Pérez, a los horarios de los partidos propuestos por la patronal de clubes.

Se trata, por tanto, de una medida cautelar adoptada mientras se resuelve el fondo del conflicto: si la competencia de fijar el calendario de la competición es de La Liga o de la RFEF.

Por el momento, LaLiga le ha ganado la partida a la RFEF, aunque sólo en parte. El titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid ha acogido la pretensión de la patronal de los equipos de jugar los viernes, pero no se jugará los lunes. El hecho de que, en las conversaciones sobre el convenio de cooperación, la Federación aceptase la competición los viernes ha sido determinante en el alcance de la medida cautelar, que no prejuzga en absoluto la futura sentencia.

Durante una vista celebrada el pasado miércoles para debatir la procedencia de las medidas cautelares, la letrada de LaLiga, María José López, hizo hincapié en las consecuencias que tendría la prohibición de jugar los viernes y los lunes para unos clubes cuyo presupuesto depende esencialmente de lo que ingresan por la comercialización de los derechos audiovisuales y que además, de confirmarse la prohibición, se enfrentarían a demandas por incumplimiento de contrato con las operadoras de televisión.

Se estima que los clubes dejarían de ingresar unos 2.100 millones de euros por temporada en el caso de que los partidos se concentrasen en sábado y domingo, tal como pretende el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, muy enfrentado a Javier Tebas, presidente de LaLiga.

Indicios de 'práctica desleal' de la RFEF

La extensa resolución judicial, de 32 folios, no da tanta importancia -a la hora de decidir sobre las medidas cautelares- a las consecuencias económicas alegadas como al hecho de que, indiciariamente, la RFEF podría haber realizado una práctica desleal al no firmar el convenio de coordinación para comercialización de partidos distintos a la jornada oficial de la presente temporada.

"Durante los años anteriores se han disputado partidos de fútbol en viernes y lunes y la actual negativa relativa de la RFEF, podría interpretarse en sede cautelar y sin prejuzgar, una actividad concurrencial infractora de derechos", afirma el magistrado.

También subraya el principio legal esencial de coordinación entre ambos litigantes: "Si bien LaLiga tiene la competencia para organizar sus propias competiciones, ello lo es siempre que esté en coordinación con la RFEF con el correspondiente convenio de coordinación, por cuanto que así lo dispone el artículo 41.4 de la Ley del Deporte, y por los actos propios de las partes, sin que el invocado Real Decreto Ley 5/2015 [que regula la comercialización de los derechos audiovisuales] haya alterado el sistema".

Dado ese principio de coordinación, el juez considera que la solicitud genérica de LaLiga de que la RFEF "cese en todos y cualesquiera actos tendentes a crear, desarrollar o realizar cualquier acto que impida el que LaLiga cumpla y atienda debidamente a las condiciones de comercialización suscritas con los operadores, claramente iría en contra del postulado legal y obligatorio de coordinación".

"El modelo para fijar las fechas de partidos distintos a la jornada oficial de sábado y domingo debe ser el de coordinación", insiste el juez de lo mercantil, que accede a la medida cautelar parcial, consistente en disputar partidos los viernes, dados los indicios de práctica desleal por parte de la RFEF "al no suscribir convenio de coordinación para la comercialización de partidos distintos a la jornada oficial de la presente temporada" y también porque "la RFEF ha manifestado su negativa a llegar a acuerdos, en principio, sobre el partido de los lunes".

15 millones de caución

El juez Sánchez Magro es consciente de que la medida cautelar adoptada tiene "una trascendencia importante" para la Federación. Ello unido al "significativo importe" de la explotación y comercialización de los derechos audiovisuales que pueden percibirse, le lleva a considerar insuficiente la caución de seis millones de euros ofrecida por LaLiga.

La garantía pecuniaria ha quedado cifrada en 15 millones de euros, que la patronal deberá prestar "en concepto de prudente estimación de los perjuicios que pudiera sufrir la RFEF por esta interferencia temporal en su actividad si las medidas se reputasen más adelante como indebidas".

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