Todos tenemos sueños por cumplir en nuestra vida. Bailey Davis no iba a ser menos. Desde bien pequeña, esta joven se convirtió en una de las fans más incondicionales de los New Orleans Saints de la NFL. Y tenía muy claro que, cuando fuera mayor, quería ser animadora del equipo de fútbol americano. ¿Por qué? Su madre fue la coreógrafa de las cheerleaders de los Saints durante nada menos que 18 años.

Tanto quiso trabajar para el campeón de la SuperBowl de 2010 que, al final, integró el cuerpo de baile de la franquicia durante tres años. Aunque, por desgracia, la aventura de Davis no terminó nada bien: fue despedida hace meses por colgar una foto vestida únicamente con lencería en su cuenta personal de Instagram.

Algo que se calificó como "de muy mal gusto" desde los Saints, que enviaron la carta de despido a su animadora el pasado 23 de enero. A los 22 años, Bailey se ha quedado sin trabajo, según el que fue su equipo, por incumplir la siguiente norma de los Saints y de la NFL: "Fotografías desnudas, semidesnudas o en lencería están estrictamente prohibidas y son razón de despido de inmediato".

Esta regla sólo es aplicable a las cheerleaders, lo que significa que los jugadores sí pueden subir imágenes en ropa interior a las redes sociales. Algo que ha llevado a Davis a denunciar por discriminación de género a los Saints ante la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos.

También hay otra acusación del que fuera su equipo que la exanimadora ha decidido recurrir: violar las reglas antifraternidad de los Saints, ya que se supone que Bailey habría asistido a una fiesta con los jugadores cuando las animadoras lo tienen prohibido. La entrenadora de las cheerleaders de New Orleans llegó a criticar la "total falta de criterio" de Davis al subir la foto de Instagram que motivó su despido. Precisamente por los rumores que apuntaban que la joven se pasó por una fiesta del equipo.

Los Saints se defienden de todas las acusaciones al respecto del caso, pero Davis quiere que "esto ayude a que otras mujeres puedan romper ese techo de cristal" que puede ser la discriminación, en palabras de su abogada. Bastante doloroso ha sido ya que la ilusión de su vida se frustrase por culpa de unas redes sociales que, de nuevo, han dejado bien claro lo peligrosas que pueden llegar a ser.

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