El año pasado, cuando Novak Djokovic defendió en público que los tenistas masculinos merecen ganar más dinero que las mujeres (por ser ellos quienes atraen más espectadores al negocio de la raqueta), numerosas voces se le echaron encima resaltando el carácter "machista" de uno de los deportes más populares del mundo.

La realidad, teniendo en cuenta la cultura predominantemente masculina del deporte de masas, es sin embargo más compleja. En el reciente Abierto de Estados Unidos, el torneo más igualitario (y generoso en términos económicos) del circuito, los ganadores de los individuales masculino y femenino recibieron el mismo cheque: concretamente, 3,7 millones de dólares.

La publicación digital Business Insider recopiló este mes una lista de los 30 tenistas que más dinero han ganado en su carrera deportiva (es decir, teniendo en cuenta sólo las ganancias y no los múltiples contratos con firmas deportivas o empresas que utilizan su imagen). Con un sesgo favorable a los jugadores de las tres últimas décadas, los datos de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) y la WTA (Women's Tennis Association) ofrecen una presencia sorprendentemente alta de mujeres. [Se incluyen las ganancias por dobles y dobles mixtos, pero los trofeos no se computen en el número de títulos ganados]. La lista es la siguiente (en negrita, las mujeres; los premios vienen reflejados en dólares):

1. Novak Djokovic: 109.805.403. 2. Roger Federer: 107.780.560. 3. Rafael Nadal: 86.289.532. 4. Serena Williams: 84.463.131. 5. Andy Murray: 60.807.644. 6. Pete Sampras: 43.280.489. 7. Venus Williams: 37.928.590. 8. Maria Sharapova: 36.585.213. 9. Andre Agassi: 31.152.975. 10. David Ferrer: 30.690.257. 11. Stan Wawrinka: 30.623.544. 12. Victoria Azarenka: 28.431.189. 13. Tomas Berdych: 28.085.248. 14. Agnieszka Radwańska: 26.600.822. 15. Boris Becker: 25.080.956. 16. Kim Clijsters: 24.442.340. 17. Caroline Wozniacki: 24.255.896. 18. Martina Hingis: 23.973.084. 19. Yevgeny Kafelnikov: 23.883.797. 20. Svetlana Kuznetsova: 23.812.475. 21. Petra Kvitová: 23.250.002. 22. Lindsay Davenport: 22.166.338. 23. Steffi Graf: 21.895.277. 24. Martina Navratilova: 21.626.089. 25. Ivan Lendl: 21.262.417. 26. Justine Henin: 20.863.335. 27. Lleyton Hewitt: 20.787.586. 28. Andy Roddick: 20.640.030. 29. Stefan Edberg: 20.630.941. 30. Goran Ivanisevic: 19.878.007

Una distribución de ingresos más equitativa

La distribución 'salarial' del tenis ofrece perfiles contradictorios: los hombres ganan más que las mujeres, y sólo hay paridad de ganancias en unos pocos campeonatos (precisamente los de mayor prestigio y nivel, como los Grand Slam). No obstante, las diferencias son menores -cuando no muchísimo menores- a las existentes en otros deportes de grandes audiencias como el fútbol y el baloncesto, sin ir más lejos.

Los cuatro Grand Slams otorgan premios equitativos a hombres y mujeres, pero los tenistas sacan más rendimiento a las temporadas que sus homólogas. Un ejemplo: Djokovic, número uno del circuito masculino en 2015, conquistó tres torneos del Grand Slam y ganó un 93,18% de sus encuentros; ingresó en premios más de 21 millones de dólares. Serena Williams, por su parte, triunfó también en tres Grand Slam, reinó en el circuito femenino y alcanzó un porcentaje de victorias del 94,64%. Se embolsó, en cambio, 10,58 millones de dólares. Es decir, una gran campeona gana aproximadamente la mitad que un gran campeón en el curso de su carrera deportiva.

Aunque las modas en el tenis han cambiado (en el pasado hubo épocas en las que las tenistas atraían más atención que los hombres), hoy en día la atención mediática pivota sobre el circuito masculino, que concita un número mucho mayor de espectadores. Los contratos por los derechos de televisión de la WTA y la ATP mueven cantidades muy diferentes y los derechos de imagen de las estrellas masculinas son por lo general muy superiores a los de sus compañeras.

En cualquier caso, el tenis, a pesar de aquella polémica de Djokovic y la dimisión del director del torneo de Indian Wells por unas declaraciones prejuiciosas muy desafortunadas en las que acusaba a la WTA de "aprovecharse de la ATP", emerge como el deporte de masas con menos disparidad entre ingresos masculinos y femeninos. Si fuese fútbol o baloncesto, no habría una mujer entre los 100 deportistas mejor pagados por su actividad deportiva.











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