La historia de España se vincula estrechamente a la del cristianismo. De hecho, esta religión tiene una larga historia en la Península Ibérica debido a que llegó a sus gentes ya hace casi dos mil años. Es por eso que los españoles celebran tradiciones típicas como la Navidad, festividad que conmemora el nacimiento en Belén del niño Jesús.

En consecuencia, el 25 de diciembre es considerado como el Día de Navidad, suponiendo que coincide simbólicamente con el día del nacimiento de Jesucristo. En cualquier caso, no podemos olvidar que la Navidad tiene grandes similitudes con las Saturnales, unas fiestas paganas que celebraban los romanos en honor a dios Saturno y que originalmente transcurrían entre el 17 y el 23 de diciembre.

Todo esto nos lleva a pensar: ¿Nació Jesús realmente un 25 de diciembre? o ¿se confunde el Jesús histórico con el Jesús simbólico y espiritual del cristianismo y catolicismo? 

[Aquí te contamos curiosidades de la Navidad que desconocías]

¿Jesús nació el 25 de diciembre?

Lo cierto es que Jesús de Nazaret, como personaje histórico, pudo nacer el 25 de diciembre o cualquier otro día, debido a que en la Biblia no hay la suficiente información como para saberlo. Además, cabe destacar que las historias y datos que recoge este libro sagrado siempre están sujetas a interpretaciones. 

Esto quiere decir que la Biblia como tal no da datos precisos y exactos que permitan conocer cuál fue la fecha de nacimiento de Jesús. Ni siquiera existe un consenso exacto para el año de su nacimiento, mucho menos para el día en concreto. 

[Las 10 iglesias románicas más bonitas de España]

En consecuencia, el 25 de diciembre fue una fecha que se eligió para conmemorar su natalicio. Sin embargo, en ningún momento es una fecha exacta, pues no existe ninguna forma de demostrar que así lo sea.

Cabe destacar que el 25 de diciembre es una fecha heredada. Es decir, que hay que tener en cuenta la historia que existe detrás del cristianismo y el legado del Imperio Romano y su cultura. En consecuencia, es importante mencionar que los romanos celebraban el 25 de diciembre, que era la fiesta del Natalis Solis Invicti o asociada al nacimiento de Apolo.

[Estos son los países en los que está prohibido celebrar la Navidad]

El historiador de las religiones Mircea Eliade establece que el 25 de diciembre se conmemoraba el nacimiento de todas las divinidades solares orientales. También el 25 de diciembre fue considerado durante mucho tiempo como día del solsticio de invierno, y así lo afirma Jaime Borja, historiador de la Pontificia Universidad Javeriana.

[Los dulces más típicos en España durante la Navidad]

También hay que tener en cuenta que actualmente en Europa y en casi todo el mundo usamos el calendario gregoriano, denominado así por ser su promotor el papa Gregorio XI. Sin embargo, anteriormente hubo otros calendarios, y por lo tanto, el tiempo, como creación concreta del ser humano, siempre ha sido sometido a modificaciones.

De hecho, en el año 45 a. C Julio César creó su propio calendario, y en este momento, el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. En consecuencia, se tomó la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo.

Además, en los años 320-353, durante el mandato del papa Julio I, se fijó la solemnidad de Navidad el 25 de diciembre. Sin embargo, lo cierto es que probablemente Jesucristo hubiera nacido en primavera, y así lo marca la historiografía.

San Lucas dice en el capítulo 2, versículo 7: "Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí que se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron los pastores gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí que os doy nuevas de gran gozo, que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor".

Sin embargo, esto no pudo ocurrir en invierno, puesto que para que los pastores acamparan al aire libre la temperatura no podía ser muy baja, debido a que en esas fechas y en esas latitudes, el frío es muy intenso. Además, los historiadores cuentan que los pastores no dejaban los rebaños a la intemperie de octubre a marzo.