La crisis del coronavirus también se ha cebado con los investigadores del pasado, los encargados de rescatar y poner en valor el numeroso patrimonio histórico español. Un 55% de los arqueólogos, la mayoría autónomos, reconoce que su actividad se ha paralizado por completo durante el estado de alarma y el sector suma un total de 36 millones de euros de pérdidas desde el inicio de la pandemia.

Esos son los datos que se desprenden de una encuesta a nivel nacional conducida por la Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología junto con el Colegio de Profesionales de la Arqueología del CDL Madrid. El objetivo era conocer el impacto económico y las consecuencias sociales que ha supuesto para este colectivo la crisis del COVID-19.

Entre las quejas que han manifestado los arqueólogos, está el hecho de que su profesión sea "una de las grandes olvidadas" en las ayudas recientemente aprobadas por el Gobierno para la industria de la cultura. "Hablamos de un sector que trabaja en condiciones precarias y poco reguladas, con un 64% desarrollando su actividad como autónomos frente tan sólo un 10% de trabajadores por cuenta ajena", han señalado desde la plataforma en una nota de prensa.

En relación a la encuesta, consideran que los datos arrojados son "alarmantes", ya que pone de manifiesto que los arqueólogos españoles alcanzan pérdidas de 14.500 euros por profesional o pequeña empresa con un total que asciende a 36 millones de euros para el conjunto del sector.

La plataforma considera "significativo" que la paralización haya "afectado en mayor medida" a los profesionales de la arqueología en relación a otros sectores. Así, un 55% indican que su actividad se ha parado por completo, porcentaje que se eleva hasta el 71% en el caso de quienes han visto definitivamente cancelados uno o varios contratos.

Escenario desalentador

Asimismo, un 45% de los encuestados espera retrasos en los pagos comprometidos, mientras que un 10% da por perdidas ayudas o subvenciones con las que contaba para el ejercicio profesional durante el año 2020.

"Para los profesionales de la arqueología el escenario presente y futuro a corto plazo es desalentador ya que la desaceleración de las obras públicas y de las campañas de investigación en los dos primeros trimestres del año supone ver en peligro buena parte de la facturación anual y la continuidad en el empleo", han recordado.

"La arqueología profesional se encuentra ante una situación muy difícil, siendo un sector desregulado y no reconocido profesionalmente por las administraciones. Cuando todavía no se habían superado económicamente las consecuencias de la crisis de 2008, la actual situación de crisis sanitaria viene a golpear de nuevo un sector que carece de unidad y de reconocimiento profesional", ha alertado Carlos Caballero, presidente del Colegio de Profesionales de la Arqueología de Madrid.

Entre las medidas que proponen para hacer frente a esta situación excepcional se encuentra el aplazamiento o condonación de deudas a autónomos, las bonificaciones fiscales o la reducción del IVA cultural, "algo que lleva reclamando el sector artístico desde hace ya varios años".

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